El FMI vaticinó ayer que España acabará la crisis como el tercer país desarrollado con mayor déficit público, solo por detrás de Bélgica y Estados Unidos. En concreto, prevé que España irá reduciendo su déficit durante los tres próximos años, pasando del 11% del año 2020 hasta el 4,3% en 2024, nivel que le costará luego mucho bajar y claramente muy superior al umbral del 3% que marcan las reglas europeas.

Lo que significa que el FMI estima que el país habrá alcanzado ahí su nivel estructural de déficit, ligeramente por encima de los 60.000 millones de euros anuales y para seguir bajándolo serán necesarios los ajustes.

En el caso de España, el FMI considera que el aumento del déficit es consecuencia del crecimiento del gasto público, que en buena medida se convertirá en estructural.

El resultado es que el Fondo estima que el gasto público estará por encima del 43%, esto es, dos puntos por encima del nivel estructural previo a la pandemia. Sin embargo, los ingresos públicos se mantendrán estables, en el entorno del 39%. Como consecuencia, la brecha entre ingresos y gastos elevará el déficit por encima del 4% del PIB.

Si finalmente se cumplen las previsiones del FMI y España sale de la crisis con un déficit estructural superior al 4%, requerirá de importantes ajustes en el medio plazo. Como un ajuste presupuestario de unos dos puntos del PIB, recoge Zoomnews.

En ese contexto, en una entrevista en Bloomberg, la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha confirmado que el Gobierno revisará a la baja su actual previsión de crecimiento para 2021 como consecuencia del impacto adverso de la tercera ola de la pandemia, que frenó la recuperación durante el primer trimestre del año, aunque ha expresado su confianza en que España registrará "un rebote muy fuerte" en el segundo semestre.

Calviño sólo ha sabido repartir subvenciones y endeudar a España, pero ni ha creado industria ni ha creado puestos de trabajo

"Dejamos atrás un duro primer trimestre que es la principal razón por la que vamos a revisar a la baja nuestra previsión para este año, en el que anticipábamos un crecimiento de alrededor del 7% y puede que sea más pequeño”.

Sin embargo, la titular de Economía ha subrayado que en marzo se ha apreciado una mejoría muy rápida y todos los indicadores apuntan a una evolución positiva, mientras que se ha mostrado optimista sobre el desarrollo del proceso de vacunación en Europa. "Pensamos que el segundo trimestre será un trimestre de transición y que tendremos un rebote muy fuerte en la segunda mitad del año”.

Es decir, que su anunciado inicio de la recuperación económica durante el primer trimestre debe retrasarse al segundo. Y cuando acabe el segundo, no lo duden, quedará para el verano o el otoño.

Y es que, como ha destacado Hispanidad, Nadia Calviño ha fracasado en su política económica frente a la pandemia. Forzada por Podemos, ciertamente, pero el hecho es que sólo ha sabido repartir subvenciones y endeudar a España, pero ni ha creado industria ni ha creado puestos de trabajo.

Rectificar es de sabios, dice el aforismo, pero, de vez en cuando, además de rectificar, conviene acertar... de vez en cuando. Sobre todo cuando hablamos de previsiones económicas... de una vicepresidenta económica.