• La Agencia Internacional de la Energía ve poco probable que el barril alcance los 80 dólares... ¡en los próximos cinco años!
  • El barril de crudo Brent está ahora en 47,32 dólares, pero el de la OPEP cotiza en su valor más bajo desde agosto (42,13 dólares).
  • La AIE prevé que aumente la dependencia de los países de Oriente Medio, cuyos costes de producción son más bajos.
  • Dicha zona nunca ha estado más en guerra que ahora, pero paradójicamente, el precio ya no se dispara por esta razón.
  • Arabia Saudí continúa produciendo a gran escala. Así, impide que EEUU desarrolle más el 'fracking' y fastidia a Irán.
En vísperas de que se celebre la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha dibujado el panorama mundial del petróleo. Por ahora, seguirá siendo barato hasta 2020, por tanto, no se dejará de consumir. Y es que por mucho que se apueste por la energía verde, aún queda mucho para que sustituya al oro negro como principal fuente energética. La COP21 tendrá lugar entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre en la capital francesa. Sobra decir, que será el centro de todas las miradas, sobre todo, de los que se jactan de ser los más verdes. Habrá que esperar para conocer sus medidas, aunque recuerden el 'éxito' (más bien, fracaso) que tuvo el famoso Protocolo de Kioto. Volvamos al tema del petróleo. La AIE ve poco probable que el barril alcance los 80 dólares en los próximos cinco años. De hecho, el barril de crudo Brent está ahora en 47,32 dólares, pero el de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cotizó el pasado lunes a su valor más bajo desde agosto (42,13 dólares). Una caída de precios que, como saben, es buenísima para países como España porque importamos más del 99,5% del petróleo que consumimos. El juego de la oferta y la demanda también se ha visto afectado. El exceso de oferta es el principal responsable del abaratamiento del crudo. Un aumento que se debe a varios aspectos, entre ellos: el auge del crudo no convencional extraído mediante el 'fracking' en EEUU, los máximos históricos de la producción en Rusia, así como el acuerdo nuclear alcanzado con Irán y el fin de las sanciones internacionales. Pero también la demanda ha crecido considerablemente, debido al menor precio del crudo, y continuará haciéndolo cada año, hasta unos 900.000 barriles por día (bpd) para el 2020. La AIE prevé además que aumente la dependencia de los países de Oriente Medio, cuyos costes de producción son mucho más bajos que los de sus competidores. Recuerden que el 'fracking' no es rentable con un precio inferior a los 60 dólares. Conviene subrayar que dicha zona nunca ha estado más en guerra que ahora, pero paradójicamente, el precio ya no se dispara por esta razón, como solía ocurrir antes, sino que ahora está por los suelos. Arabia Saudí continúa produciendo a gran escala. Su objetivo es volver a ser el primer productor mundial de petróleo, posición de la que le desbancó EEUU por primera vez desde 1975. Así, Arabia Saudí impide que el país de Obama desarrolle más el 'fracking' y además, fastidia a Irán, que se ha convertido en su gran enemigo. Y es que el acuerdo nuclear y el fin de las sanciones internacionales podría permitir que éste último vuelva a poner en el mercado su petróleo. Por tanto, más oferta de crudo en circulación. Paralelamente, las inversiones en este sector continuarán reduciéndose. Y las petroleras, seguirán siendo las principales perjudicadas, viéndose obligadas a tomar medidas (recortes de plantilla, desinversiones, paralización de proyectos, etc.) para hacer más llevadera la situación. Cristina Martín cristina@hispanidad.com