• La entidad valenciana gana 1,96 millones de euros, un 205% más que en 2014.
  • Pero el negocio bancario no tira: bajan los márgenes y el crédito.
  • Eso sí, el presupuesto de 2015 para la obra social aumenta un 12,42%, hasta 862.000 euros.
Caixa Ontinyent, junto con la balear Caixa Pollensa, son las dos únicas cajas de ahorros que quedan en España. Han sobrevivido al empeño de las autoridades por convertirlas en bancos. Pero eso no las excluye del contexto en el que deben trabajar, esto es, con unos tipos de interés realmente bajos y con una morosidad todavía elevada. Así las cosas, la caja que preside Antonio Carbonell (en la imagen) ganó 1,96 millones de euros durante el primer semestre del año, un 205% más que en mismo periodo de 2014. Pero no fue por la buena marcha del negocio, sino por las menores provisiones y dotaciones, según la información remitida este martes por la entidad a la CNMV. Efectivamente, el negocio bancario se ha resentido hasta junio. Concretamente, el margen de intereses descendió un 6,67%, hasta 13,4 millones de euors, las comisiones hicieron lo propio (-9,4%), hasta 2,3 millones, y el margen bruto cayó un 24,5%, hasta 16,2 millones. El crédito también se ha reducido durante la primera mitad del año, un 1,5%. Eso sí, a pesar de todo, el presupuesto de 2015 para la obra social, aprobado durante el semestre, ha aumentado un 12,42%, hasta alcanzar 862.000 euros. De esa labor social, que genera unos 200 empleos estables, se benefician directamente unas 231.000 personas. Así son las cajas de ahorros. Y así eran. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com