El Ejército de Burkina Faso mató el martes a 70 presuntos terroristas en el marco de unos enfrentamientos desencadenados tras un ataque contra una patrulla en la región de Sahel, situada en el norte del país africano, recoge Teleprensa.

Recientemente, Mohamed Ibn Chambas, el máximo responsable de la Oficina de las Naciones Unidas para África Occidental y el Sahel, declaró: "En Burkina Faso, Mali y Níger las víctimas de los ataques terroristas se han quintuplicado desde 2016, con más de 4000 muertes registradas sólo en 2019, en comparación con las 770 muertes estimadas en 2016. (…) El foco geográfico de los ataques terroristas se ha desplazado hacia el este, de Mali a Burkina Faso, y amenaza cada vez más a los Estados costeros de África occidental", destacó, recogió News.un.

Añadió que el número de personas asesinadas en Burkina Faso aumentó de unas 80 en 2016 a más de 1800 en 2019, y que el número de desplazados en la región se ha multiplicado por diez, llegando a cerca de medio millón, además de 25.000 personas que han buscado refugio en otros países.

Ataques terroristas de yihadstas, evidentemente.