• Y el ministro Guindos ya dejó claro que no habrá concesiones: quiere acabar con las cajas de ahorros en junio de 2016.
  • Con las cajas de ahorros y con los cajeros, independientemente de su eficiencia.
  • El presidente de Unicaja advierte: sin las cajas se deslocalizará el crédito y se expulsará del sistema financiero a las economías más débiles.
  • Y Medel recuerda: con más capital está aumentando el balance y disminuyendo el beneficio. ¡Menudo negocio!
  • Para Manuela Carmena: una política de vivienda "no puede consistir en evitar los desahucios".
Decíamos ayer que Luis de Guindos no va a modificar la ley de cajas de ahorros de 2013. Eso quiere decir que, antes de junio de 2016, los presidentes de las tres cajas de tamaño que subsisten, y muy bien, tendrán que elegir entre quedarse al frente de las cajas de ahorros (bueno, fundación bancaria) o al frente del banco. Como los vascos ya han elegido (en Kutxabank, la caja la llevará el PNV, el banco un profesional nombrado por la Fundación, es decir, por el PNV), resulta que la posición del Gobierno, entiendo que definitiva, afecta a tres personas y tres entidades: Isidro Fainé (Caixabank), Amado Franco (Ibercaja). Y Braulio Medel (Unicaja) (en la imagen). Este último ha participado en el curso de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, durante la mañana del miércoles y, a preguntas de Hispanidad, se ha negado a decir si se quedará en la Fundación o en el banco, tal y como le obliga a elegir la normativa Guindos. Pero Medel no está dispuesto a adelantar qué elegirá o si optará por la jubilación. Es, como sus compañeros de cajas, un convencido de que las entidades de ahorro no sólo no eran peores sino que eran mejores que los bancos. Asegura que al menos dos de las tres funciones de las cajas quedarán en entredicho con su desaparición: la deslocalización, o sea, atender las necesidades financieras locales; la inclusión financiera, que cualquiera, independientemente de su nivel de vida, pueda acceder a los servicios financieros, y la obra benéfico social. Esta última se salvará, asegura Medel aunque duda de las otras dos. Algunos dudamos de que se salve ninguna y añadimos otra función que los bancos no están dispuestos a cubrir: ser el sostén accionarial de industrias estratégicas. Las cajas eran capital-riesgo no convertidas en tiburones. Ahora han desaparecido. En cualquier caso, el presidente de Unicaja entre el PSOE y el PP -Medel fue viceconsejero de la Junta con el PSOE- se han cargado las cajas de ahorro. Tiene toda la razón. Y lo han hecho sin distinguir entre buenos y malos cajeros. Y hablando de burbujas inmobiliarias y crisis bancarias, varapalo del hombre de la Caja de Ahorros de Ronda, eso sí, sin citar, a Manuela Carmena (¡Ay Manuela!): "la política de viviendas no puede consistir en que no haya desahucios". Al parecer es algo mucho más complejo. Más. Critica acerada a toda la nueva regulación, con sede en Basilea y filial en Bruselas y Francfort, que es lo que realmente ha tumbado a las cajas: capital y más capital, Medel asegura que con las nuevas exigencias de capitalización el coste de capital del crédito se ha multiplicado. Ha crecido el capital por prescripción legal pero no ha crecido el beneficio. Han adelgazado las plantillas pero no ha aumentando la productividad. Pero eso sí: las cajas de ahorro eran malísimas, los bancos-SA bonísimos. Y más: el BCE es quien sostiene el negocio bancario (ROF) y eso no puede ser: "Es peligroso para el futuro". Y tan peligroso. Cuanto más necesidad de capital tengan los bancos mas ruinoso será el negocio: "los bancos europeos tendrán que emitir 500.000 millones de euros" en capital de todo tipo y categoría. Y con eso aumentará el negocio pero no aumentará el beneficio. Medel nos recuerda que está sucediendo justo lo contrario. Eulogio López eulogio@hispanidad.com