• Los fiscales tienen "pruebas más que suficientes" de que Joao Vaccari, tesorero del PT, solicitó donaciones al ex director de servicios de la petrolera estatal.
  • Vaccari "estaba al tanto" de que las donaciones que pedía se generaban con dinero de los sobornos.
  • Rousseff aseguró que "escucha y seguirá escuchando" las voces opositoras y se comprometió a tomar medidas contra la corrupción. 
Como informamos, cerca de un millón de personas salieron este domingo a las calles de varias ciudades de Brasil para protestar por la difícil situación económica, el alza de los precios y la corrupción y para pedir la destitución de la presidenta Dilma Rousseff (en la imagen).

Y es que, entre otras cosas, el país se haya conmocionado ante el escándalo por desvío de fondos en la petrolera estatal Petrobras.

Pues bien, lo último es que los fiscales brasileños han acusado formalmente al tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) Joao Vaccari y a otras 26 personas por actos de corrupción ligados a la compañía estatal Petrobras.

Los fiscales tienen "pruebas más que suficientes" de que Vaccari solicitó donaciones al ex director de servicios de la petrolera estatal, Renato Duque, y a ejecutivos de empresas de ingeniería acusadas de canalizar dinero de la empresa, dijo el fiscal Deltan Dallagnol. Vaccari "estaba al tanto" de que las donaciones que pedía se generaban con dinero de los sobornos, destacó Dallagnol, quien agregó que buena parte de la evidencia se obtuvo de los acuerdos con ejecutivos acusados y encarcelados a fines del año pasado.

El PT dice que todas las donaciones que recibió eran legales y Rousseff ha negado tener conocimiento de los actos de corrupción que se produjeron cuando ella ocupaba la presidencia de la compañía entre 2003 y 2010.

Pero el escándalo ha generado una fuerte presión política contra la presidenta, pocos meses después de haber ganado la reelección, lo que se reflejó en las multitudinarias manifestaciones callejeras del domingo.

Por eso, esta última noticia sobre el tesorero del gobernante Partido de los Trabajadores supone un nuevo golpe contra la presidenta Dilma Rousseff, quien, ante la masiva manifestación en contra de su gobierno, aseguró que "escucha y seguirá escuchando" las voces opositoras y se comprometió a tomar medidas para revertir el descontento, recoge Infobae.

Rousseff afirmó que su gobierno está abierto para escuchar a toda la sociedad en la toma de medidas y reiteró su "convicción de que la coyuntura actual apunta a la necesidad urgente de realizar una amplia reforma política". "Mi compromiso es gobernar para los 203 millones de brasileños", subrayó.

La jefa de Estado brasileña se reunió con su vicepresidente, Michel Temer, y nueve ministros para ultimar el paquete de medidas contra la corrupción que tiene previsto anunciar en el transcurso de esta semana.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidadcom