• Miles de personas piden elecciones anticipadas en Brasilia para reemplazar a Temer y poner fin a sus programas de austeridad.
  • El problema es que algunos de los manifestantes prendieron fuego en un Ministerio... y Temer sacó el Ejército a la calle.
  • Y eso, en Brasil, alarma: todavía recuerda la brutal represión durante la dictadura militar de 1964 a 1985.
Varios miles de personas se reunieron el miércoles en la capital de Brasil para pedir elecciones anticipadas con el fin de reemplazar al presidente Michel Temer, envuelto en un escándalo de presunta corrupción, y poner fin a sus programas de austeridad. La semana pasada se difundió una grabación en la que Temer parece consentir un pago secreto de dinero a un legislador preso para comprar su silencio como testigo en la investigación del mayor escándalo de corrupción en el país, la trama Petrobras. Los manifestantes que exigían la renuncia del presidente brasileño se enfrentaron a la policía y prendieron fuego en la sede de un ministerio en Brasilia, lo que llevó al mandatario a ordenar que el Ejército saliera a las calles, informa Reuters. Los policías golpearon a varias personas para bloquear su paso y dispararon contra los manifestantes. Estos respondieron disparando fuegos artificiales contra la policía, incendiando muebles en el vestíbulo del Ministerio de Agricultura y pintando edificios gubernamentales con rayados contra Temer. El ministro de Defensa, Raúl Jungmann, anunció en la televisión nacional que Temer aprobó un decreto que permite a las tropas del Ejército ayudar a la policía a restablecer el orden durante una semana, lo que da a los soldados atribuciones policiales y el derecho a realizar arrestos. Lo cual no ha gustado nada en Brasil, pues siguen frescos los recuerdos de una dictadura militar brutal desde 1964 a 1985. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com