Nada menos que un 55% de los votos para Jair Bolsonaro frente al 44% del candidato del Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad.

¿Cómo ha sido posible? Los medios de todo Occidente han hablado y no parado sobre el “ultraderechista” Bolsonaro frente al “progresista” Haddad… y resulta que los brasileños le han otorgado el voto al primero, que ha derrotado a la constelación de poder –no solo al Partido de los Trabajadores, que sigue siendo comunista– en Brasil durante décadas.

A lo mejor es que estaban hartos de que a la intimidación le llamen justicia social y de que el corrupto Lula fuera el salvador del pueblo

Como sigan así, el calificativo de ‘ultra’ que la prensa progre da a cualquier candidato, por ejemplo, provida, va a perder virtualidad… suponiendo que la mentira posea virtud alguna. Porque Bolsonaro no es un ultra, es un provida y profamilia, y eso el Nuevo Orden Mundial (NOM), la atmósfera imperante, no puede permitirlo.

Es la pregunta que deberían hacerse todos los progres del mundo, siempre enamorados del tópico: ¿Por qué los brasileños, un pueblo que, como el español, tiende por naturaleza a la izquierda, se ha decidido por el ultraderechista Bolsonaro? A lo mejor es porque está harto de vivir en la intimidación y violencia de cada día… y de que encima te presenten esa intimidación como un mal necesario para la justicia social? ¿O es que el corrupto Lula, corrupto de recibir donaciones y bienes inmuebles de las multinacionales que aseguraba combatir, sea presentado como un santo salvador de los pobres resulta lógico?

La progresía mundialista impone su poder, no por la fuerza, sino por el miedo, que es peor

A lo mejor los brasileños hanvotado a Bolsonaro, porque, como los norteamericanos con Donald Trump, están cansados de la gran mentira del progresismo.

Y dicho esto, ¿Me cae simpático Bolsonaro? Pues no del todo: un tipo que ha tenido tres esposas siempre me resulta sospechoso, al igual que Donald Trump. Ahora bien, presentar, como han hecho los medios españoles, las elecciones brasileñas como un combate entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el progresista Fernando Haddad quien, encima, ha planteado su campaña como una alternativa entre Bolsonaro y la democracia, no solo es falso: es también estúpido.

El Nuevo Orden Mundial (NOM) solo promueve la ley del más fuerte como paso previo a imponer su poder

No olvidemos lo siguiente: la progresía mundialista impone su poder, no por la fuerza, sino por el miedo, que es peor.

Y algo más: el Nuevo Orden Mundial (NOM) solo promueve la ley del más fuerte, el caso en las calles, como paso previo a imponer su poder por la fuerza. El ejemplo es Venezuela… o Podemos en España.