• La detención de José Dirceu, ex ministro de Lula da Silva y uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores (PT), acusado de ser uno de los líderes de la trama de corrupción, ha sido un duro golpe para ella.
  • El escándalo Petrobras ya ha provocado un impacto negativo de un 1% del PIB este año.
  • Encima, la presidenta, con una valoración popular por debajo del 10%, se enfrenta a una inflación fuera de control y la baja confianza de los consumidores y el sector privado.
Continúan los problemas políticos para la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (en la imagen): escándalo del caso Petrobras, nuevas protestas y dificultades para una economía que puede tener su peor resultado en 25 años. Y esta semana, el escenario se agravó con la detención de José Dirceu, exministro de Lula da Silva y uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores (PT), acusado de ser uno de los líderes de la trama de corrupción en Petrobras, informa El País. En concreto, los responsables de la megainvestigación de Petrobras, bautizada como Lava Jato (lavado de coches), lo acusan de haber mantenido y ampliado la misma estrategia en la empresa estatal. Rousseff reaccionó intentando desvincular a su Gobierno de la detención y enviando el mensaje de que intentará todo para blindar la economía. Sus ministros se turnaron en declaraciones ante la prensa para minimizar el efecto de tener al emblemático expresidente del PT entre rejas nuevamente. Pero el impacto negativo en la imagen de su partido ha sido evidente. Además, el Gobierno está preocupado por el impacto económico de la investigación. Hace una semana, el Ejecutivo estimó que el escándalo Petrobras, que implica a las principales constructoras de Brasil y de Hispanoamérica, ya ha provocado un impacto negativo de un 1% del PIB este año (la previsión de caída global para 2015 es de un 1,49%). Y por ende, la presidenta, con una valoración popular por debajo del 10%, se enfrenta a una marea de malas noticias, con una inflación fuera de control y la baja confianza de los consumidores y el sector privado. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com