• El caso de corrupción Petrobras abre una grieta en la coalición del Gobierno que sustenta a la presidenta Dilma Rousseff.
  • El presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, anunció su "ruptura" a título individual con el Gobierno.
  • Cunha acusó al Gobierno de "orquestar" las investigaciones contra él por el caso Petrobras.
Las ramificaciones del caso de corrupción en Petrobras, que han salpicado a 50 políticos, abrieron una grieta en la coalición que sustenta a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con el paso a la oposición del presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, quien anunció su "ruptura" a título individual con el Gobierno. De esta manera, Cunha también pretende inducir a que lo imiten sus correligionarios del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio de Rousseff, informa Efe. El PMDB, que tiene la mayor bancada en el Parlamento, con 67 diputados y 17 senadores, además de seis ministros y la vicepresidencia de Brasil, constató que la decisión de Cunha es "personal", aunque en los últimos días el partido ha escenificado un alejamiento del Partido de los Trabajadores (PT), de Rousseff. El motivo que esgrimió Cunha para romper relaciones fue el caso de corrupción en Petrobras, por el que se le ha abierto una investigación bajo la sospecha de haber recibido sobornos con fondos procedentes de la petrolera. El diputado acusó al Gobierno de "orquestar" las investigaciones; de decidir de forma "selectiva" a quién se le abre una causa penal y de dirigir una "persecución política" contra él. Según Cunha, la fiscalía ha protegido a Rousseff y al expresidente Lula da Silva. Así que el caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras está poniendo en jaque al Gobierno de uno de los principales países emergentes. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com