Por la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera han pasado multitud de personas, desde presidentes y directivos de entidades financieras hasta ministros de Economía, pasando por los responsables del Banco de España. Ha comparecido, incluso, la controvertida Elke König, presidenta de la JUR, aunque su actitud chulesca a la hora de explicar la resolución del Popular cabreó a todos los presentes.

Ana Botín no era presidenta durante la crisis, pero sí era consejera del Santander.

La comisión aún no ha concluido y todavía están pendientes comparecencias importantes. Por ejemplo, la de los dos últimos presidentes del Popular, Ángel Ron y Emilio Saracho. Ahora bien, a los que no veremos en sede parlamentaria es a Ana Botín y a Francisco González, los presidentes de los dos bancos españoles más grandes.

Pero PP y PSOE no quieren que Botín y FG pasen por ese trance. Según fuentes parlamentarias, los dos partidos alegan que Botín no era la presidenta del Santander cuando se produjo la crisis y Europa concedió el rescate financiero. Era su padre, que en paz descanse. Oiga, pase que no era la presidenta, pero en el fatídico 2007 era presidenta de Banesto, entidad que dejó en 2010 para dirigir la filial del Santander en Reino Unido. 

FG sí recibió ayudas públicas: directas en el caso de Unnim e indirectas en el de Catalunya Caixa.

Peor excusa es la esgrimida por los dos grandes partidos para no llamar a FG: no recibió ayudas publicas. Oiga, ¿y el esquema de protección de activos (EPA)? Tras la absorción por un euro, por cada fallido que el BBVA trasladara al Banco de España, éste se hacía cargo del 80% y el BBVA, del 20% restante. ¿Es o no una ayuda pública directa? Estamos hablando de unos 3.000 millones de euros de dinero público.

El caso de Catalunya Caixa es distinto porque el BBVA la absorbió una vez saneada, gracias a la inyección de 12.000 millones de euros. El de CX es, proporcionalmente, el rescate financiero español más caro. Pero FG no irá al Congreso. Ana Botín, tampoco.

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