Boeing ha sorteado en bolsa la crisis del 737 MAX (suspensión de vuelos tras el accidente de Ethiopian Airlines, en el que fallecieron 157 personas el pasado 10 de marzo). Antes de esta tragedia, la capitalización superaba los 250.000 millones de dólares (unos 219.648 millones de euros), pero a pesar de haber sufrido algún desplome (perdió 26.300 millones en dos días), este miércoles la acción vale 377 dólares, un 10% más que hace un año (337 dólares).

El gigante aeronáutico norteamericano se mueve ligeramente al alza (+0,9%) tras la carta del CEO, Dennis Muilenburg, y la reorganización de su plantilla de ingenieros. Cómo no, Muilenburg transmitió sus condolencias por las víctimas de los dos accidentes del 737 MAX (el de Lion Air el pasado octubre y el de Ethiopian Airlines, que han dejado un balance de 346 muertos), remarcando que “la seguridad es un pilar esencial”. Asimismo, manifestó que apoyarán las investigaciones en curso, pero no descarta la vuelta del citado avión a los cielos porque llevarán a cabo una actualización del software y la correspondiente formación para pilotos. Respecto a la reorganización de la plantilla de ingenerios, Boeing ha nombrado a un nuevo vicepresidente de Ingeniería, Lynne Hopper, que sustituirá a John Hamilton, quien pasará a supervisar las investigaciones de los aviones.