BMW ha tenido un beneficio neto de 574 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone apenas un 2,4% menos respecto al mismo periodo del año pasado. Una buena noticia, pese al desplome de ventas (-20,6%), hasta 477.111 vehículos, pero ojo, porque prevé efectos negativos del coronavirus “especialmente fuertes” en el segundo trimestre.

El grupo automovilístico alemán -que agrupa a las marcas BMW, Mini y Rolls Royce- ha tenido un resultado operativo (Ebit) de 1.375 millones. Una situación bien distinta a la de hace un año, cuando fue de 585 millones por las provisiones de 1.400 millones que hizo ante una eventual multa de la Comisión Europea por un supuesto cártel con Daimler y Volkswagen para restringir tecnologías de reducción de emisiones de vehículos diésel y gasolina.

Eso sí, el grupo que preside Oliver Zipse ha revisado a la baja sus pronósticos para el año y pese a que los resultados no han sido tan malos como los de otras compañías del sector, al mercado no le han gustado: las acciones han caído un 5,4%. Por su parte, la facturación aún se ha movido al alza, pues ha sido de 23.252 millones (+3,5%), aunque la de la división automotriz ha bajado un 6,4%.