• Lo reconoce un director de oficina de Caixa Penedés durante el juicio por la venta de swaps a un grupo de empresas inmobiliarias.
  • La Audiencia Provincial de Barcelona condena al banco a devolver más de 1,5 millones de euros y pagar las costas procesales.
  • Y ojo, porque los afectados son un grupo de empresas y no particulares.
  • En todo caso, BMN estaba obligado a realizar el test de idoneidad, pero no lo hizo.
Uno de los aspectos más novedosos de la sentencia que nos ocupa es que los afectados no son particulares, sino un grupo de ocho empresas del sector inmobiliario. Alguien podría pensar que los empresarios sabrían qué estaban contratando y qué riesgos tenían los swaps, pero no. La Audiencia Provincial de Barcelona ha ratificado la nulidad de trece contratos de swap colocados por Caixa Penedés (ahora Banco Mare Nostrum) comos si fueran seguros, a este grupo de empresas. La cosa le ha salido cara a BMN. El banco tendrá que devolver algo más de 1,5 millones de euros y pagar las costas procesales de primera instancia. Y todo  por cumplir con los objetivos de la entidad, según reconoció el director de la sucursal durante el juicio. Es más, para alcanzar estos objetivos, el empleado no dudó en reestructurar los contratos sin avisar al cliente de las previsiones de tipos con los que contaba la entidad. "Las previsiones entonces eran de caídas de tipos de interés y aún así, les colocaron los swaps, supuestamente para protegerse", ha señalado Juan Ignacio Navas, del despacho Navas & Cusí. En definitiva, el juez ha considerado que, aunque se trata de un grupo de empresas inmobiliarias, son clientes minoristas y noveles en la inversión de productos financieros complejos. Por eso, según señala la sentencia, que acusa a BMN de "actuación ligera", la entidad estaba obligada a realizar el test de idoneidad a los empresarios. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com