BME ha obtenido un beneficio neto de 71,3 millones de euros en la primera mitad de 2018, tras sumar 33,4 millones en el segundo trimestre. Estas cifras suponen un descenso del 11,2% en el semestre y del 18,4% en el periodo de abril a junio, según ha informado la compañía.

Los ingresos netos acumulados a junio alcanzaron los 153,9 millones de euros, un 6,3% menos, mientras que los costes operativos, de 57,7 millones, aumentaron un 6,1% (un 1,8% descontando el efecto de los costes asociados a medidas de renovación de plantilla). El Ebitda del trimestre alcanzó los 45,6 millones, mientras que el acumulado del año fue de 96,2 millones, un 12,5% por debajo del nivel del mismo periodo del año anterior.

El indicador de eficiencia se situó en el 37,5%, 3,6 puntos mejor que el de sus competidores

El ratio de cobertura de la base de coste con ingresos no ligados al ciclo de volúmenes se situó en el 125%. Los indicadores de gestión acumulados a junio presentaron una rentabilidad sobre recursos propios del 33,1%, lo que le sitúa 13,9 puntos porcentuales por encima de la media de sus comparables.

El Consejo de Administración de BME aprobó ayer el pago de un dividendo a cuenta de los resultados de 2018 de 0,40 euros brutos por acción, el mismo importe distribuido el ejercicio anterior. El pago se hará efectivo el 14 de septiembre. La retribución total al accionista con cargo a 2017 fue de 1,78 euros por acción, con un pay-out del 96%, uno de los más elevados de las empresas cotizadas y del sector de gestores de Bolsas. El beneficio por acción en el primer semestre del año se situó en 0,86 euros.

Paralelamente, BME ha llegado a una alianza con la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para impulsar el negocio de datos en Hispanoamérica con una inversión máxima de unos 8,5 millones de euros, que aportarán a partes iguales. "El objetivo es promover la generación, distribución y venta de información de mercados de valores" hispanoamericanos, señalaban en una nota.