• Su filial inmobiliaria Fidere debuta en el MAB con el paquete de viviendas de alquiler social que ha comprado a la Sareb o al Ayuntamiento de Madrid.
  • La operación calca el esquema especulativo de las subprime en EEUU: aumentar la rentabilidad ficticia sobre un mismo bien.
  • A Blackstone le da lo mismo que Manuela Carmena haya demonizado la venta de pisos de protección oficial a los fondos.
El proceso es muy sencillo: primero compras viviendas, después las paquetizas en títulos negociables y las sacas a bolsa para aumentar la rentabilidad ficticia montada sobre un mismo bien. Es lo que ha hecho este lunes Fidere Patrimonio, la sociedad creada por el fondo de inversión Blackstone, con las 2.688 viviendas protegidas en alquiler que ha comprado en España. La cosa no daría para más -o quedaría coja, como prefieran- si no añadimos que el especulativo planteamiento es el mismo que dio origen a la subprime en EEUU, de tan lamentable recuerdo. No se trata de comprar para luego vender, lo que daría en principio una rentabilidad, sino de titulizar el valor de unas viviendas, esperando que una vez que coticen, la rentabilidad sea mayor. El bien, sin embargo, es el mismo. Blackstone ha hecho lo mismo con el paquete de viviendas protegidas de alquiler que ha ido comprando estos años, lo cual tiene su guasa, y lo ha colocado después en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) a través de su socimi Fidere Patrimonio. Paradójico. La sacudida en los mercados por las turbulencias en Grecia no ha afectado a la cotización. Las acciones se han estrenado a 21,08 euros, lo que supone una capitalización equivalente a unos 212 millones. Sale en la modalidad de fixing -es decir, con dos subastas diarias, a las 12 y a las 16 horas-. Pues bien, en la primera subían un 2,47%, mientras el Ibex se deslomaba un 4%. Fidere Patrimonio posee una cartera de 2.688 viviendas (23 promociones), sobre todo en la Comunidad de Madrid. Ahí están las 1.200 casas que compró a la madrileña Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), en 2013, situadas en Carabanchel, Vallecas y Villaverde. Es precisamente ese uno de los frentes en los que dice trabajar la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que tiene en cuenta, dice, que el 60% de los desahucios que se ejecutan en Madrid se producen en las viviendas públicas de alquiler social (en la imagen). La Administración era la dueña de esas casas hasta que la EMVS o el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) las vendieron a los fondos de inversión. En el folleto de salida a bolsa de Fidere se deja muy claro que su política de alquiler no se guía por criterios sociales y que exige al inquilino que el alquiler no supere el 40% de sus ingresos o que no figure en el registro de morosos. En la cartera de Fidere hay también 944 pisos protegidos de Rivas, Alcorcón, Valdemoro, Getafe, Móstoles Guadalajara y Barcelona comprados a Sareb, y otras 600 viviendas adquiridas a una empresa en Torrejón de Ardoz y Paracuellos de Jarama. Fidere Patrimonio sigue la misma senda de las otras siete socimis que han salido a bolsa aprovechando la recuperación del sector inmobiliario y las ventajas fiscales aprobadas en 2012. Tres de ellas cotizan en el mercado continuo (Lar, Merlin Properties y Axiare) y cuatro en el MAB (Entrecampos, Mercal, Promorent, URO Property). Rafael Esparza rafael@hispanidad.com