• Aparece en Alemania el primer libro que explica el 'poder secreto' de la gestora, por la que pasan 12,6 billones de euros, casi trece veces el PIB español, y sólo en fondos, administra 4,2 billones de euros.
  • "No hay casi nada en el mercado financiero en lo que BlackRock no esté involucrado directa o indirectamente", dice Heike Buchter.
  • Según la periodista germana, está en los grandes sectores y corporaciones y, además, asesora a bancos centrales, gobiernos, fondos soberanos, de pensiones, aseguradoras, fundaciones…
La crisis de 2008 puso en solfa todo el sistema financiero mundial e hizo populares algunos nombres como Goldman Sachs, Lehman Brothers, que quebró, Bear Stearns o la agencia de calificación crediticia Standard & Poors, que tanto protagonismo tuvo en la trampa de las hipotecas subprime. Y en paralelo crecían otros gigantes financieros como BlackRock, que coloca y retira (dinero), hace y deshace (posiciones) e influye, sobre todo, en los grandes poderes económicos internacionales. En esa época ya estaba al frente de la gestora Larry Fink, a quien el ministro americano de Hacienda, Tim Geithner, trataba con su nombre de pila. La inquietud que todo eso despierta no es menor si tenemos en cuenta que por sus departamentos de análisis pasan 12,6 billones de euros, o lo que es lo mismo, casi trece veces el PIB español. La periodista financiera germana Heike Buchter ha seguido de cerca al grupo para escribir un primer libro sobre ese grupo y con el mismo nombre del acorazado inversor (roca negra), que se ha planteado como un trabajo de investigación y análisis. Por eso sorprende que no tenga dudas en calificar al grupo como "la empresa más poderosa del mundo" o como "una nueva propietaria de Alemania". Y es que BackRock es el principal inversor en empresas de la vida cotidiana alemana como BMW, Mercedes, las eléctricas E.ON o RWE, la teleco Deutsche Telekom, Lufthansa y otras tantas más: la farmacéutica Bayer, Basf, Deutsche Bank o Allianz. Pero sus posiciones en Alemania no son menores que en otros países. En España, por ejemplo, es el principal inversor de los grandes bancos en los que tiene depositados en acciones 9.000 millones de euros, y tiene importantes participaciones en muchas de las empresas que cotizan en bolsa. Sólo a través de sus fondos de inversión, BlackRock administra 4,2 billones de euros. Como explica la periodista a Deutsche Well, "BlackRock asesora a bancos centrales y Ministerios de Hacienda, a grandes inversores y fondos soberanos, a los fondos de pensiones americanos, aseguradoras, fundaciones". Es más, asegura que "no hay casi nada en el mercado financiero en lo que BlackRock no esté involucrado directa o indirectamente". Heicke Buchter explica en su libro de 280 páginas el complejo puzle de los negocios de BlackRock, desde su participación en las grandes corporaciones y su presencia en sectores estratégicos -no sólo en financiero o bancario; también las infraestructuras, el petróleo, el armamento- a sus labores de asesoramiento en los planes de rescate de Grecia. La acumulación de poder -también económico- es siempre inquietante. No hay que se presta a controlar al que controla, los reguladores. Y eso, en los tiempos que corren, nos ha dado demasiados disgustos. En el prólogo de la última crisis quedó bastante claro cómo se traduce todo eso -el dinero siempre despierta la codicia- en una capacidad inmensa para burlar normas, falsear cuentas, calificaciones o riesgos. Todo eso es muy difícil cuando el bicho ha crecido demasiado. El gigante bancario británico HSBC, por ejemplo fue capaz de organizar todo un entramado de evasión fiscal masiva a través de su filial helvética. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com