Ayer lunes, la Guardia Civil detuvo a tres exmiembros de ETA (Ekhiñe Eizagirre, Kepa Arkauz e Imanol Jaio). El Instituto Armado lo explicaba en un tuit: "La Guardia Civil detiene a tres personas como responsables de un depósito de explosivos de #ETA que fue localizado en  junio de 2019 en Atauri #Araba. Los detenidos formaron parte del ‘comando Ezpala’ de ETA, activo entre 2008 y 2010, y se integraba dentro del ‘complejo Donosti’”.

La detención, como no podía ser de otra forma, no ha gustado nada a EH Bildu, coalición política en la que se incluyen los que han defendido y apoyado a la banda terrorista ETA en las últimas décadas. Para Bildu, “estas detenciones son un obstáculo a la convivencia democrática por parte del Estado profundo, que trata de sabotear permanentemente cualquier avance avance en Euskal Herria”.

Hoy, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, añadía en una entrevista: “Creo que las corrientes subterráneas que hay en el Estado profundo, de alguna forma, contraatacan, quieren condicionar un debate político y la realidad política, evitando avances en la construcción de la convivencia”.

Lo curioso de EH Bildu es que hasta el momento no ha condenado la violencia que ejerció ETA durante toda su historia.

Aizpurua también se ha referido a los Presupuestos Generales del Estado como importantes, no solo para el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, sino "para toda la sociedad porque lo que se decida ahora va a marcar el rumbo del Estado durante los próximos años" porque "no son unos Presupuestos cualquiera". "Nosotros hemos puesto sobre la mesa claramente nuestra voluntad de llegar a acuerdos”. Y ha insistido en que se llegue a acuerdos con el bloque de la investidura.

Y hablando de Presupuestos, el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero no podía faltar en sumarse a la fiesta y ha considerado a EH Bildu como un interlocutor válido del Ejecutivo de Pedro Sánchez para su aprobación, ya que es “la demostración más clara del éxito y la victoria de la democracia”.