Continúa la polémica en Estados Unidos, en relación con las acusaciones contra el precandidato presidencial demócrata Joe Biden, por supuesta agresión sexual contra la asesora de su gabinete Tara Reade, en su época de senador en 1993.

La citada asesora ha acusado al exvicepresidente Joe Biden de agredirla sexualmente. A diferencia de otras acusaciones de agresión sexual contra políticos y líderes mediáticos, que causaron gran eco en la opinión mediática y que tuvieron su origen en el movimiento del #metoo, las acusaciones de Reade se han encontrado en semanas previas con un notorio silencio por parte de los medios de comunicación y la enconada defensa desde las filas demócratas del candidato Biden, sin ni siquiera plantear un mínima verosimilitud al relato de la antaño asesora de Biden.

Ello ha generado una gran polémica en los Estados Unidos, dado que los principales líderes del partido demócrata, grandes abanderados del movimiento #metoo, bajo el lema de “believe all women”, han corrido raudos a negar dichas acusaciones, en algunos casos, llegando a la tautología, como ha sido el caso de la demócrata Nancy Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos quien zanjó la polémica afirmando que “Joe Biden es Joe Biden” y negando de plano cualquier atisbo de duda sobre el candidato presidencial demócrata, que ya antaño había sido acusado por otras mujeres por tocamientos inapropiados. Misma actitud se ha repetido en otros cargos del partido, como Stacey Abrams, legisladora afroamericana e icono de los movimientos feministas estadounidenses y quien se ha postulado a sí misma como candidata a la vicepresidencia con Joe Biden, quién afirmó que “todas las mujeres merecen ser escuchadas, pero también creo que todas las acusaciones deben ser investigadas por fuentes fiables. El diario New York Times (principal diario demócrata de Estados Unidos), hizo una profunda investigación y encontraron que la acusación no era creíble, por tanto, yo creo a Joe Biden”. Sorprendente afirmación de la legisladora icono del movimiento feminista estadounidense.

En este contexto, la campaña presidencial para la reelección del Presidente Donald Trump ha publicado hoy un vídeo, que comienza con la imagen de la exSecretaria de Estado de los Estados Unidos y excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton, dando su apoyo público al candidato Joe Biden. Además, durante el vídeo se suceden imágenes del candidato en actitud poco decorosa con respecto a mujeres. A partir de esta presentación, se observan declaraciones de gran parte de los candidatos a las primarias presidenciales demócratas de Estados Unidos -entre ellos las senadoras Kirsten Gillibrand y Kamala Harris o el senador Cory Booker- manifestando su apoyo indiscutible al movimiento #metoo, enarbolando el lema de "believe all women", sin embargo, planteadas las citadas acusaciones contra Joe Biden, todos las niegan de plano.

Parece que ser el Believe all Women debe cobrar siempre sentido, salvo cuando se dirige contra un candidato demócrata, en cuyo caso debe prevalecer el Believe Joe Biden.