El escándalo de las escuchas de Villarejo presuntamente encargadas por el BBVA que presidía Francisco González, está bloqueado. Ni hacia adelante ni hacia atrás. En su última comparecencia ante los medios -lunes 17 en Santander-, el presidente Carlos Torres resaltó la importancia de la investigación de la Audiencia Nacional.

“Nuestra investigación continúa, pero la que de verdad es importante no es la nuestra, sino la que se lleva a cabo en la sede de la Audiencia Nacional y con la que estamos colaborando activamente y lo seguiremos haciendo”, afirmó entonces. Y no dijo nada más porque todo está bajo secreto de sumario. ¿Comprenden?

En cualquier caso, la investigación interna cumple un año y no ha trascendido nada de nada, ni siquiera después de que en enero se ampliara hasta 150 la nómina de ‘buscadores’. La cosa es muy compleja. Menos mal que estamos hablando del banco digital por excelencia, en el que cualquier búsqueda se completa en milisegundos.

Mientras, Francisco González (FG) se pasea por Madrid con un ejército de 16 escoltas. ¿Obsesión o algo más? 

La investigación más importante es la que realiza el juez Manuel García Castellón. “El hecho de que la investigación ya esté judicializada hace que nosotros pasemos a un absoluto segundo plano”, afirmó ese mismo día y en presencia de Torres, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Todo depende de García Castellón, y el juez ya ha marcado el camino: quiere querellas y no personaciones. Si ninguno de los damnificados, entre los que están el exministro Miguel Sebastián y el ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero, presenta una querella antes de noviembre, la pieza separada del caso Villarejo pasará a mejor vida porque habrán prescrito los presuntos delitos. El tiempo se acaba.

Mientras, Francisco González (FG) se pasea por Madrid con un ejército de 16 escoltas. ¿Obsesión o algo más? El caso es que, según publica El País, todo el dispositivo corre a cargo del BBVA -unos dos millones de euros mensuales-, a pesar de que FG dimitió como presidente de honor de la entidad en marzo.

¿Por qué tiene más escoltas que cualquier otro presidente del Ibex 35 y, sobre todo, por qué sigue pagando el BBVA? Son preguntas que probablemente podría responder Inés Díaz Ochagavía, directora general de Seguridad del BBVA, desde que Julio Corrochano abandonara el banco en 2018. Fue él quien fichó a Díaz en 2004.