El Tribunal General de la UE ha dado la razón al BCE en su empeño por obligar a los bancos a separar los cargos de presidente no ejecutivo y consejero delegado. Y, aunque la sentencia se refiere a Crédit Agricole -hay que ver hasta dónde están dispuestos a llegar los franceses- afecta de pleno al BBVA, inmerso en la sucesión de Francisco González, que tendrá que abandonar la entidad cuando cumpla 75 años, en octubre de 2019.

En otras palabras, la sentencia de este martes impide el nombramiento de un presidente ejecutivo como sucesor de FG. Tendrá que haber un chairman o presidente no ejecutivo, y un consejero delegado con plenas competencias ejecutivas.

En esta línea, la opción que cobra más fuerza para suceder a FG es la de Jaime Caruana como presidente no ejecutivo y Carlos Torres como consejero delegado. Sin duda, si a alguien afecta la sentencia es al propio Torres, que tendrá que conformarse con el mismo puesto que ocupa actualmente, aunque con plenos poderes en el día a día.

Por cierto, después de esto tampoco le serviría a FG una fusión paneuropea para continuar en el poder. Y es que algunos siguen pensando que González no se marchará tan fácilmente y que continúa buscando la manera de quedarse. Hay personas muy mal pensadas.

Relacionado