• Es decir, tres mercados en ebullición.
  • Tanto es así que en el mercado ya se empieza a hablar de un segundo profit warning (reducción del beneficio previsto).
  • Preocupa especialmente México, que representa el 42% de la cuenta de resultados.
  • ¿Se imaginan que FG hubiese hecho caso al Gobierno mexicano y hubiese sacado a bolsa Bancomer?
  • La apuesta turca fue la más arriesgada de todas y ahora no hay manera de salir.
  • Y en EEUU a BBVA nunca le ha ido bien aunque es cierto que la banca extranjera se está marchando.
  • Y a todos estos frentes externos hay que unir el interno: los 22.700 millones de euros provenientes del ladrillo que acumula en su balance.
En una entrevista publicada este lunes por el diario chileno El Mercurio, Francisco González (en la imagen) ha dado por hecho que se marchará cuando cumpla 75 años, es decir, el 19 de octubre de 2019. Por tanto, tiene tres años para resolver tres problemas: México, Turquía y Estados Unidos. Es decir, sus apuestas internacionales más importantes aunque, como les hemos contado en alguna ocasión, la que se puede considerar realmente suya es la turca. En cualquier caso, hablamos de tres mercados en ebullición o, si lo prefieren, plagados de incertidumbres. El asunto es serio porque, actualmente, el 60,5% del beneficio del BBVA viene de estos tres países. Tanto es así que en el mercado ya se empieza a hablar de un segundo profit warning (reducción del beneficio previsto), después de que el consejero delegado, Carlos Torres, admitiera en julio que el banco no alcanzaría el beneficio anual esperado en España. Ahora, el foco de atención está puesto sobre México, que representa el 42% del beneficio del grupo. Demasiados huevos en una sola cesta que, además, está viviendo unos de los momentos más complicados de los últimos años. Menos mal que FG se negó a sacar a bolsa Bancomer a pesar de las presiones del Gobierno mexicano. ¿Se imaginan las consecuencias que tendría ahora? Pero al presidente del BBVA es prácticamente imposible doblegarle y eso hay que reconocérselo. Aun así, BBVA fue la entidad del Ibex que más acusó la victoria de Trump, con una caída de la cotización del 8,6% en un sólo día. De México a Turquía, la apuesta más arriesgada de todas y la única verdaderamente personal de FG. En cuanto tiene ocasión, González habla maravillas de Garanti Bank, que ya aporta el 10% del beneficio global del grupo y del que el BBVA posee el 40%. Sin embargo, de poco sirve ser el banco más digitalizado del país si enfrente se tiene a un personaje como Recep Tayyip Erdogan. A FG ya se lo habían advertido en múltiples ocasiones: Turquía es un polvorín y el banco está arriesgando demasiado. Lo peor llegó en verano, con el golpe de Estado fallido y la posterior represalia del presidente Erdogan. Desde entonces el país vive en un estado de máxima incertidumbre, pero ya es demasiado tarde para replantearse la presencia en Garanti. El tercer problema se llama BBVA Compass. Los resultados de la filial norteamericana nunca han sido los esperados, aunque aporta el 8,5% del beneficio del grupo. Ahora bien, no es un problema exclusivo de FG y la prueba está en que buena parte de la banca extranjera ha abandonado el país. Pero FG va más allá, y en la citada entrevista en El Mercurio, ha asegurado que podría comprar algún banco en EEUU en los próximos años. Ya veremos. A todos estos frentes externos hay que unir uno interno: los 22.700 millones de euros provenientes del ladrillo que el banco acumula en su balance. Demasiado lastre que hay que aligerar como sea. Por eso, según Vozpópuli, FG ha ofrecido a los fondos 4.000 pisos cuya valoración podría estar entre los 300 y los 400 millones de euros. Y los fondos nunca compran caro. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com