Carlos Torres va camino de cumplir un año al frente del BBVA y todavía no ha logrado configurar un equipo propio ni, como es lógico, un Consejo de Administración a su medida. Ahora puede hacerlo, aunque sea solo en parte. De los quince consejeros, cinco tienen que renovar mandato: Tomás Alfaro, José Manuel González-Páramo, Carlos Loring Martínez de Irujo, José Maldonado y Susana Rodríguez Vidarte.

Para entendernos: lo que más teme Carlos Torres es la fusión con Bankia, que supondría su salida de la entidad. Por eso, la manera de defender su posición es con un Consejo fuerte, formado por consejeros afines que no se dobleguen a las presiones que puedan llegar desde fuera. El presidente del banco tiene dos elementos inquietantes: Jaime Caruana y José Manuel González-Páramo.

Caruana llegó en febrero de 2018, es decir, Torres tendrá que contar con él hasta, al menos, 2021. Caruana fue el preferido en las apuestas para suceder a Francisco González (FG) y ahora suena como sustituto de Torres si finalmente cae por el caso Villarejo. La situación de González-Páramo es distinta: finaliza mandato como consejero, pero Torres no se atreve a cesarlo. Si Caruana es afín al PP, González-Páramo está más cerca del PSOE, algo muy valorado en estos momentos. Además, el actual director de Global Economics, Regulation and Public Affairs del BBVA juega un importante papel en las relaciones del banco con el BCE.

Lo que más teme Carlos Torres es la fusión con Bankia, que supondría su salida de la entidad. Por eso, la manera de defender su posición es con un Consejo fuerte

Renovación o no del Consejo, lo cierto es que sobre el banco planea la ‘amenaza’ del juez Manuel García Castellón. Hasta ahora, el magistrado de la Audiencia Nacional se había conformado con la comparecencia de Adolfo Fraguas en representación de la entidad, imputada en el caso Villarejo como persona jurídica, pero esto podría cambiar y el juez podría solicitar la comparecencia de todos los administradores del banco.

Así las cosas, Torres no ha logrado configurar aún un Consejo a su medida ni un equipo directivo de su plena confianza, y tiene que contar con hombres nombrados en la etapa anterior y muy ligados a FG.

Hablamos, por ejemplo, del director financiero, Jaime Sáenz de Tejada, del jefe de auditoría interna, Joaquín Gortari, y del director de comunicación y negocio responsable, Paul Tobin. Del equipo que FG tenía ‘incrustado’ en el banco, Torres solo ha cesado a Eduardo Arbizu, responsable de regulación y control interno de la entidad, y lo hizo a finales de julio, tras la imputación del banco como persona jurídica en el caso Villarejo.