Ignacio Aguado está precipitando los acontecimientos, coincidiendo con la que puede ser la última prórroga del estado de alarma. Lo cierto es que desde que Inés Arrimadas pactara con Pedro Sánchez, la situación en el Gobierno de la Comunidad de Madrid (PP-Ciudadanos) no ha hecho otra cosa que empeorar. ¿Por qué será? Como adelantó Hispanidad, el pacto ‘nacional’ Ciudadanos-Psoe implicaba remover a Isabel Díaz-Ayuso de la CAM, uno de los frentes más significativos de la resistencia al Gobierno social-comunista durante el confinamiento.

Aguado va a por todas, y este lunes ha convocado a la oposición (Psoe, Más Madrid y Podemos) a una reunión a las cinco de la tarde para analizar la reconstrucción en la CAM. La iniciativa no cuenta con el apoyo de la presidenta (considera que Aguado actúa a título personal) ni de Vox, que este lunes por la mañana ha declinado participar. En definitiva, Aguado se aleja del PP (no digamos ya de Vox) y se acerca al Psoe, emulando a su jefa de filas, Inés Arrimadas.

Los argumentos del vicepresidente madrileño no dejan lugar a dudas. En primer lugar, se hace la víctima frente al PP y a Vox: “Me consta que habla con ellos (Ayuso con Vox), pero no sé con qué intenciones. Habrá que preguntárselo a ella”, ha señalado en una entrevista publicada en El Español.

Después, justifica su acercamiento al Psoe: “Somos un partido útil. El ‘no’ de PP y Vox es estéril”, ha sentenciado.

El definitiva, la moción de censura contra Isabel Díaz-Ayuso está cada vez más cerca. La presidenta, además, se ha encontrado con un partido dividido, entre los que le apoyan -y apoyan a Cayetana Álvarez de Toledo- y los que no. En el primer grupo está Pablo Casado y en el segundo -más progresista-, Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo. El presidente gallego cuenta, además, con el viento a favor de unas encuestas que le otorgan una mayoría absoluta aún más amplia.