Órdago de Isabel Díaz Ayuso a Pedro Sánchez, convertido en candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, por méritos propios. El presidente del Gobierno, empeñado en subir los impuestos a los madrileños y, concretamente, en suprimir las exenciones al gravamen de Sucesiones y Donaciones, ya tiene la respuesta de Ayuso: “Vamos a ampliar las bonificaciones entre tíos y sobrinos y entre hermanos. Se ampliará la bonificación entre hermanos del actual 15% al 25% y entre tíos y sobrinos, del 10% al 20%”, anunció este viernes la presidenta (en funciones), en una entrevista en Telecinco. No alcanza la desgravación entre padres e hijos pero es un manera de postar por impuestos a la baja en un Gobienro que apuesta por la voracidad recaudatoria. 

Sánchez está obsesionado con Madrid y ha desmentido a Ángel Gabilondo en más de una ocasión en materia de impuestos. El candidato oficial se ha comprometido a no subirlos, algo inadmisible para el inquilino de La Moncloa, que considera que Madrid hace ‘dumping’ fiscal. Es un bulo: los madrileños pagan los mismos impuestos que los demás (IVA, IRPF, Sociedades), pero están exentos -gracias a Esperanza Aguirre- de pagar el 99% del impuesto de Sucesiones y Donaciones que impone le Gobierno central, el impuesto más injusto de todos porque grava un bien por el que el contribuyente ya ha tributado.

Recuerden: se trata de un impuesto sobre el patrimonio, algo que no existe en ningún país de Europa y que, naturalmente, el PSOE y Podemos pretenden elevar en España.

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Mientras, Ayuso y Sánchez debaten sobre impuestos, Gabilondo intenta hacerse notar y este viernes anunció el fichaje, para su causa, de la ministra de Industria Turismo, Reyes Maroto, que será vicepresidenta económica si gobierna en Madrid. Una ministra irrelevante para un candidato irrelevante. ¿Alguien cree, de verdad, que Gabilondo no hará lo que le dicte Moncloa en caso de presidir la CAM?

El fichaje de Maroto, en cualquier caso, recuerda al de Maurici Lucena, Ceo de Aena, por Salvador Illa. En ambos casos son fichajes para liderar la parte económica y, en ambos casos sus líderes no partían como favoritos. Sea como fuere, Maroto ya sonó para ser la candidata socialista al Ayuntamiento de Madrid, aunque al final fue Pepu Hernández, amigo del presidente. Un gran acierto de Sánchez. Otro más.

Por cierto, Ayuso ha puesto sobre la mesa una opción más que interesante: que las empresas -las grandes, se entiende- puedan comprar directamente las vacunas para sus trabajadores. Daría un impulso importante a la vacunación. Otra cosa es que el Gobierno les dé permiso para que lo hagan. Recuerden que el proceso de vacunación está centralizado. Así nos va.