• Y más: no despeja la incertidumbre por su pasado tramposo, que sigue vivo con dos investigaciones judiciales.
  • Las pérdidas en 2017 fueron de 2.175 millones de euros, sobre todo por la venta de Barclays África y además, la reforma fiscal USA.
  • Caen los ingresos ( 1,7%) pero también las provisiones (1,5%) y no funciona su apuesta en banca de inversión.
Barclays pasó de beneficios a pérdidas, en 2017, en concreto de 1.922 millones de libras (2.175 millones de euros) por el doble impacto de su reestructuración -sobre todo, por la venta de Barclays Africa- y la reforma Trump, pero sube, y no poco, en bolsa, tras anunciar que volverá a pagar dividendo y mejorar las previsiones. El banco británico suprimió el dividendo en 2016 por necesidad de fondos derivados de malas prácticas -que derivaron en escándalos y multas-, pero esa etapa ha quedado atrás, según su presidente, Jes Staley. Ojo, porque no ha dicho nada de las dos investigaciones judiciales en marcha. Una del Departamento americano de Justicia, por su responsabilidad en la crisis de las subprime (entre 2005 a 2007). Y la otra por un préstamo de 3.000 millones de dólares a Qatar, investigado en Reino Unido, la Oficina antifraude (FCA) y EEUU. Los resultados, en cualquier caso, son pérdidas, al margen del efecto en bolsa del retorno de dividendo (la acción ha repuntado un 6%, suavizado después en torno al 3%). No obstante, sin el doble impacto por la venta de Barclays África (con unas pérdidas de 2.860 millones de euros) y la reforma tributaria americana (1.020 millones de euros), el beneficio hubiera sido un 10% mejores que los del año pasado. Con todo, los ingresos caen un 1,7%, hasta 21.076 millones de libras (23.851 millones de euros), aunque también baja, un 1,5%, sus provisiones (a 2.336 millones de libras o 2.643 millones de euros). A esa realidad se une el escaso rendimiento de su apuesta en banca de inversión, que no ha funcionado como esperaban -lo ha confesado el propio Staley-, aunque ha insistido en que se mantiene en sus planes. En esa área, el beneficio cae 4% y en la división internacional la caída es de un 22%. Rafael Esparza