• Porque es la opción del Gobierno.
  • Y porque Goiri fue quien colocó a Nacho Sánchez-Asiaín como Ceo.
  • Se terminó la era Luis Valls: Saracho se carga la Sindicatura.
  • La guinda ha sido la renuncia de Francisco Aparicio a liderarla.
  • Entre 20 familias tiene el 70% de ese 9% del capital.
  • Y en el entretanto, ¿qué pasa si alguien pone una opa?
  • El BBVA valoró el Popular, en noviembre, en 6.500 millones y ofertó 5.500 millones.
  • Ahora capitaliza 2.800 millones de euros.
  • Y Saracho no ha hecho otra cosa que reducir el valor.
Fue en Hispanidad donde, por vez primera, hablamos de la posible compra del Popular por parte de Bankia, y bien que nos afearon la conducta. Pero lo cierto es que, puestos a vender el Popular, en lugar de sanearlo y mantenerlo independiente, que es lo que habría que hacer, resulta que Bankia es la opción con más 'lógica industrial'. Es decir, a Bankia le sobran recursos propios, lo que le falta al Popular, y el Popu tiene el negocio que le falta a Bankia. Además, sería una forma de privatización por extensión. Y recordemos que Bankia está obligada a privatizarse. Además, fue Goirigolzarri quien señaló a Nacho Sánchez-Asiaín como posible Ceo del Popular. Y, por otra parte, Guindos, al que no le gusta que FG se haga con el Popu (ni con ninguna otra cosa) le pararía los pies al presidente del BBVA. Para cerrar el círculo, recordar que a FG, que tiene su red española patas arriba, le vendría muy bien hacerse con la del Popular y con su negocio de pymes. Poco digital pero buen negocio. En el entretanto, y con sus propias palabras, Emilio Saracho continúa "haciendo el teatrillo", pero se va saliendo con la suya. Por otra parte, sale el secretario del Consejo, Francisco Aparicio Valls, el último reducto que pretendía mantener la independencia del Popular tras la salida de Ángel Ron. Pero hay más: se terminó la era Luis Valls: Saracho se carga la Sindicatura, propietaria del 9%. Sobre todo porque Francisco Aparicio renuncia a dirigir esa Sindicatura. Hablamos de más de 2.500 accionistas, pero casi el 70% lo controlan 20 familias y ese ha sido el eje, desde Luis Valls, de la independencia del Popu y de su éxito. Ahora la Sindicatura desaparece. Y en el entretanto, ¿qué pasa si alguien pone una opa? Porque claro, estamos vendiendo un banco que capitaliza 2.800 millones de euros, menos de la quinta parte de lo que valía en su historia reciente. El BBVA lo valoró hace seis meses: era de 6.500 millones y ofertaban 5.500 millones. ¿Qué pasaría si un fondo de inversión lanzara una opa sobre el Popular. ¿Lo permitiría el Gobierno? Probablemente. A fin de cuentas  hablamos de un Gobierno que se caracteriza por su indolencia. Eulogio López eulogio@hispanidad.com