• Los sindicatos han perdido gran parte de su poder en el sector bancario.
  • En la era del despido permanente ganan protagonismo las bajas incentivadas.
  • Las prejubilaciones reducen el coste mínimamente pero el trabajador sigue formando parte del banco.
  • Por contra, las bajas incentivadas suponen un gasto de una sola vez.
Acuerdo para la reducción de plantilla entre la dirección del Banco Popular y los sindicatos. Los pormenores aquí. En general, en el sector bancario se ha pasado de "cuidado, banquero que te monto una huelga" al "querido sindicalista, son lentejas: si no quieres prejubilar, serán bajas incentivas y si no, indemnizaciones según ley". Y no nos engañemos, los sindicatos saben que no pueden montar una huelga a la banca: la perderían. No estamos en los años ochenta del pasado siglo. Otrosí, en la era de los despidos permanentes ganan terreno las bajas incentivadas frente a las carísimas prejubilaciones, donde el trabajador sigue trabajando para la entidad que le ha enviado a casa. Por eso, las bajas incentivadas se están imponiendo como sistema para reducir plantillas. Al mismo tiempo, prejubilar o incentivar la salida no deja de ser como cerrar bibliotecas: ¿Es que esos trabajadores, con años de experiencia, no han aprendido nada? La pregunta final: ¿Puede la banca aguantar una era donde el beneficio bancario surge de la reducción de gastos y no del aumento de los ingresos? ¡Ni de broma! Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com