Margarita Delgado aprovechó su intervención en la segunda jornada del XXVII Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación, para lanzar tres mensajes:

1.La prohibición de repartir dividendo no es la causa de la baja cotización de los bancos en bolsa. Es la baja rentabilidad.

2.Las entidades provisionaron poco en el tercer trimestre y ahora deben redoblar esfuerzos desinvirtiendo o vendiendo líneas de negocio.

3.Todavía existe margen para más fusiones a pesar de las ya anunciadas: hay demasiadas sucursales.

Haciendo amigos, como diría alguno. Lo cierto es que, efectivamente, la cotización de la banca en bolsa no es baja por culpa de los no dividendos -lleva así desde hace mucho más tiempo-, pero también lo es que la recomendación del BCE no ayuda a su recuperación. En cualquier caso, el problema del sector no es no poder repartir dividendo, sino hacer negocio con los tipos de interés negativos que marca el BCE y que, efectivamente, abocan a las entidades a una raquítica rentabilidad.

Sea como fuere, la subgobernadora no sólo no está de acuerdo con las quejas de los banqueros, sino que dio un paso más y les abroncó por relajar las provisiones por la pandemia durante el tercer trimestre. “No parece prudente”, afirmó. Y es que, según Delgado es “inevitable” que la tasa de morosidad crezca en los próximos trimestres. Que nadie se lleve a engaño: a pesar del anuncio de vacunas, la pandemia está lejos de estar controlada.

Y por si alguien lo había olvidado, la subgobernadora recordó a los bancos que para reforzar capital siempre pueden desinvertir y vender líneas de negocio. O sea, que pueden jibarizarse todavía más. Lo que es seguro es que deberán aumentar las provisiones en el cuarto trimestre.

Último mensaje de doña Margarita: todavía existe margen para más fusiones en España, a pesar de las ya anunciadas. No hay que temer por la reducción de la competencia ni por el drástico ajuste en el número de sucursales. A pesar del cierre de 22.300 oficinas desde 2009, España sigue por encima de la media de la eurozona en número de sucursales por habitante.

Por cierto, en número de empleados de banca estamos en la media, después de haber eliminado 96.000 empleos desde 2009. Ahora bien, quedaremos muy por debajo después de los ERE que están en marcha, los que se han anunciado y los que vendrán, por ejemplo, tras la fusión Caixabank-Bankia.

Margarita es todo optimismo.