Parece que el Banco de España hace caso por fin a la tesis de Hispanidad según la cual hay que retrasar la edad de jubilación porque vivimos cada vez más y es la única forma de sostener el sistema de pensiones.

“El principal reto del sistema público de pensiones es fundamentalmente demográfico. Las principales cuestiones que hay detrás del empeoramiento del saldo financiero de la Seguridad Social, tienen que ver con la demografía: cada vez vivimos más y la tasa de fecundidad es menor. Esto genera mucha presión por el lado de los gastos, por la mayor esperanza de vida y porque las nuevas pensiones son más elevadas, por las mejores carreras de cotización”, dijo el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, que participó ayer en la V Jornada de Planes de Pensiones en España organizada por Ibercaja y Cinco Días, con el título de ‘Feliz longevidad, un desafío para el ahorro a largo plazo’, recogió Cinco Días.

Esperanza de vida creciente más natalidad menguante: pensiones impagables

Esto, “no es una cuestión ideológica sino aritmética que necesita reformas de calado que apuntalen la sostenibilidad financiera y social del sistema de pensiones”, aseguró Arce.

A su juicio, el reto que plantea el sistema de pensiones ante la mayor longevidad “es de naturaleza duradera y magnitud elevada”. Por ello, consideró que el primer paso que debe dar la sociedad española en el corto plazo es “fijar prioridades sociales sobre el grado de generosidad del sistema, algo que corresponde hacer al ámbito político. Y ahí el Banco de España no tienen nada que decir”, según explicó Arce.

Reclamó “que haya mecanismos de ajustes automáticos que determinen que el sistema esté siempre bien financiado”

Pero una vez que se fijen estas prioridades sí reclamó “que haya mecanismos de ajustes automáticos que determinen que el sistema esté siempre bien financiado”. Esta petición obedece a que “no deberíamos de estar hablando del sistema de pensiones cada cinco años”, aseveró.

En general consideró que “hará falta tocar distintas palancas”. Entre ellas, citó medidas paramétricas como modificar la edad de jubilación. Concretamente se preguntó: “¿Tiene sentido trabajar algo más cuando estamos viviendo algo más? Posiblemente sí”, respondió. “Ya sé que es doloroso, que esto no gusta escucharlo, pero tenemos un sistema de pensiones que fue diseñado cuando la esperanza media de vida tras la jubilación era de una década como mucho, ahora ya es de dos, y va a ser de tres o de cuatro”, explicó, añade Cinco Días.

“Ojalá tuviéramos ganancias en la productividad espectaculares que nos permitieran seguir jubilándonos muy pronto y tener 40 o 50 años de vida perfectamente financiada, pero me temo que eso no lo estamos viendo en los datos, con lo cual no es descartable ligar la edad de jubilación a la esperanza de vida”, apuntó el experto.

De hecho, recordó que esta medida, que calificó de “sensata” no es extraña en Europa ya que la han adoptado países como Italia o Portugal.

Además, pidió que el sistema de pensiones mantenga la contributividad y “que vaya a más transparencia y predictibilidad”. El experto del Banco de España afirmó que “hay que decir a los ciudadanos con absoluta claridad y con tiempo suficiente cuáles van a ser sus obligaciones y cuales serán sus derechos de pensión. Eso es fundamental para tomar decisiones de ahorro individual”, recogió también Cinco Días.

La combinación de una esperanza de vida creciente y una natalidad menguante sólo puede llevar a unas pensiones impagables.

Y, como no hay dos sin tres, 24 horas después Bruselas, en su nuevo varapalo al Gobierno de Madrid ha dicho exactamente lo mismo: Es necesario ligar (longevidad) con pensiones.