• El Santander encabeza la banca europea que solicita más crédito y menos requerimientos de recursos propios.
  • Lo que empieza a plantearse el sector en Europa es la necesidad de subir los tipos.
  • Cosa que Mario Draghi se niega a hacer.
  • ¿Quiénes son los grandes enemigos de todo esto? Los gobiernos.
  • Europa no crece y los dirigentes quieren seguir endeudándose a buen precio.
  • Por cierto, las entidades pequeñas también cumplen con holgura los requisitos de capital.
Los grandes bancos no han esperado al último día -lunes 28 de diciembre- para publicar los requerimientos de capital que les exige el Banco Central Europeo (BCE) de cara al próximo ejercicio. Así, Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Popular, Bankinter y Liberbank lo hicieron entre el 23 y el 24 de diciembre. Sí, han esperado hasta este lunes las entidades más pequeñas. Así, durante esta mañana, Caja Rural de Granada, Caja Laboral, la Rural de Navarra, Colonya-Caixa Pollença, Caja Rural de Castilla-La Mancha y Banca March han remitido sus respectivos documentos a la CNMV en los que han dejado de manifiesto que cumplen con holgura los requerimientos de recursos propios. Volvamos a las grandes. Como era de esperar, no han protagonizado ningún sobresalto. Las siete cumplen con nota el nivel de capital mínimo exigido, por lo que todas ellas afrontan el nuevo ejercicio centradas en el negocio puramente bancario. Y eso es, precisamente, lo que solicitan los bancos, no sólo españoles, sino europeos. Efectivamente, las entidades financieras del Viejo Continente, encabezadas por el Santander, creen que ha llegado el momento de cambiar el modelo. Es decir, solicitan más crédito y menos requisitos de recursos propios. Lógico. El aumento de los requerimientos de capital restringe la capacidad de las entidades para desarrollar su negocio más típico, que no es otro que la concesión de créditos. Por eso, además de este cambio de modelo, las entidades europeas están planteando ya la necesidad de subir los tipos de interés, tal y como ha comenzado a hacer -tímidamente, eso sí- la Reserva Federal de Estados Unidos. Pero esta petición no parece tener, de momento, mucho porvenir, toda vez que el presidente del BCE, Mario Draghi, está empeñado en mantener los tipos en mínimos históricos (0,05%) así como el manguerazo abierto para seguir inundando el mercado de liquidez. Además de Draghi, ¿quién se opone a la subida de tipos? Los gobiernos. Así de claro. El caso es que la economía europea no crece pero los gobiernos quieren seguir endeudándose a buen precio. El problema es que eso no deja de ser una huida hacia delante que no soluciona nada. Es más, la próxima crisis será de deuda. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com