Sacar adelante el nuevo convenio de banca está resultando más difícil de lo previsto y la crisis económica derivada del confinamiento tampoco va a facilitar el acuerdo entre patronal y sindicatos, después de más de un año de negociación. A la vista de la situación, el convenio 2015-2018 ha sido prorrogado, así como las negociaciones, que se retomarán en octubre.

La fecha es importante y luego veremos por qué. De momento, la posición de partida de la Asociación Española de Banca (AEB) es firme: congelación del salario durante 5 años, una medida que podría convertirse en reducción del sueldo si las entidades suprimieran el variable o lo supeditaran a objetivos imposibles de alcanzar.

Hay que tener en cuenta que del salario medio de un empleado de banca -excluidos los directivos- el 90% corresponde a remuneración fija y el 10% a variable.

Patronal y sindicatos reanudarán las negociaciones en octubre, como hemos señalado, lo que seguramente perjudique a los representantes de los trabajadores, por una sencilla razón: la crisis económica será entonces más patente. ¿Con qué fuerza se puede exigir, por ejemplo, subida salarial en un contexto de aumento del paro, como pronostican todos los organismos nacionales e internacionales?

No nos cansaremos de repetir que la economía española está actualmente anestesiada -ERTE y préstamos ICO- y que los verdaderos problemas llegarán cuando se despierte. Y eso sucederá después del verano si no se amplían los ertes... que disparan el déficit público.