La pandemia también afecta a los bancos de inversión como, por ejemplo, Morgan Stanley, que ganó 1.590 millones de dólares (en euros, 1.462 millones), un 32% menos que un año antes. A diferencia de los bancos domésticos, que sacrificaron el beneficio para provisionar miles de millones para hacer frente a la morosidad futura, Morgan sólo ha provisionado 388 millones con vistas al impacto del coronavirus.

El problema del banco de inversión y banca privada, está en la desconfianza del mercado. Así, los ingresos cayeron en 1.011 millones de dólares (929 millones de euro) por el impacto de las primas de riesgo en los préstamos corporativos. Esa desconfianza también es la que ha llevado al banco a provisionar esos 388 millones mencionados arriba.

“En los últimos dos meses, hemos observado más volatilidad en el mercado, incertidumbre y ansiedad como resultado del devastador Covid-19 que en cualquier otro momento posterior a la crisis”, señaló el presidente y CEO, James Gorman.

La cosa pinta mal.