• Y los resultados del primer semestre han sido mal recibidos por los inversores: caída de hasta el 7% en la sesión del viernes.
  • Digámoslo de una vez: probablemente la compra de TSB era necesaria pero, desde luego, no era barata.
  • Doloroso aunque necesario, está resultando el alejamiento del ROF.
  • Lo mejor, la reducción de la morosidad.
Como ya dije el otro día con mi análisis de las cuentas de Iberdrola, la palabra 'Brexit' iba a ser una de las más utilizadas a lo largo de las presentaciones de los resultados del primer semestre del año. Ahora bien, si hay una entidad financiera a la que puede afectar el resultado del referéndum del Reino Unido para iniciar su salida de la Unión Europea, por supuesto detrás del Santander, esa es Banc Sabadell. La entidad presidida por Josep Oliu se embarcó el pasado ejercicio en la adquisición del banco británico TSB. Los motivos semioficiales fueron la necesidad de expansión de la entidad, muy anclada en Cataluña aunque con buena implantación en el resto de España, pero con una necesidad de crecer en el ámbito internacional, donde apenas estaba presente, seguramente para diversificar el riesgo que supone una concentración en un país como el nuestro, en el que los vaivenes económicos elevan mucho el riesgo de mercado y el riesgo soberano. Además, y esta es una teoría mía, tratar de cubrir los riesgos de quedarse fuera de la cobertura del BCE en el caso de que las veleidades independentistas de los últimos gobiernos de la Generalitat pudiesen triunfar y sacar a Cataluña de España y, como consecuencia, quedar excluidos de la Unión Europea. La compra para mí no fue barata, pues pagaron una prima de casi el 29%, pero a la entidad le ha supuesto el paso de internacionalización que seguramente necesitaba. Antes de ver los números presentados, los efectos del Brexit ya se han hecho patentes en la cotización de la acción, ya que ésta solo recoge escasamente una semana del mes de junio. Aun así, el día 23 de junio la cotización de la acción inicia ya una caída desde 1,50 euros hasta 1,09 euros el 7 de julio, la última cotización (la del pasado jueves) fue de 1,29€, por lo que en casi un mes se ha dejado casi 1.169 millones de euros de capitalización. En lo que se refiere a comparación de los resultados consolidados, las cifras no serán posibles, pues el control de TSB fue realizado con fecha 30 de junio de 2015, por lo que me centraré en las cifras ex TSB, que si son significativas. Así el resultado bruto ex TSB ha ascendido a 279,6 millones de euros (425,3 millones en el total del grupo), esto significa un 20,6% menos que la cifra obtenida en 2015, pero al tanto con la cifra que nos ofrecen: el efecto de la devaluación de la libra en el resultado significa ya un -0,3%. El comportamiento del margen de intereses ha sido bueno, ya que debido a que se han reducido sustancialmente los costes de financiación, ha alcanzado un incremento interanual del 7,2%, 1.392,4 millones ex TSB y 1.942,5 millones total grupo. Resaltar que continua el leve descenso del margen de clientes, que se sitúa en el 2,99%. No ha ocurrido igual con el margen bruto, que debido al descenso de un 59,8% de los resultados de operaciones financieras y el aumento de las cargas de explotación, se ha situado en un -21,4% ( 0,4% total grupo) en relación al 2015. Solo el buen comportamiento de las comisiones, que crecieron un 1,9% (ex TSB) han evitado una peor cifra. Y esto no es Brexit. También se ha de tener en cuenta el impacto del fondo de comercio negativo, que en el 2015 supuso un ingreso de 207,3 millones, el ajuste en el impuesto sobre el beneficio que en 2015 fue de -9,6 millones y en este ejercicio ha sido de -114,7 millones además de la aportación a FPI de 10,3 millones. Los créditos dudosos han descendido en un 8,9% situándose en 10.635 millones, que significa un ratio del 6,83% para el total del grupo. Las provisiones de insolvencias han descendido en un 10,3% y el ratio de morosidad del total del grupo de sitúa en un 6,83%, pero ex TSB es del 8,54%, cifra aún muy alta y que indica que el camino de la normalización crediticia posterior a las diferentes fusiones aún será largo. La deuda en circulación asciende a 16.543 millones siendo el 27,4% de ella con vencimiento a corto plazo. A la vuelta del verano tendremos la respuesta de en cuanto afectará la situación del Reino Unido en el negocio del Sabadell. Para entonces esperemos que ya se hayan empezado a despejar algunas incógnitas políticas y económicas de esta gravísima decisión, pero Oliu continúa pregonando su convicción de que TSB es un muy buen negocio. Ojalá no se equivoque, por el bien de la salud de nuestro sistema financiero. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com