Manuel Azuaga tiene 71 años y acaba de ser reelegido presidente ejecutivo de Unicaja para los próximos cuatro años, un periodo en el que pueden suceder muchas cosas, pero para el que Azuaga tiene un objetivo claro: que el banco continúe siendo independiente. Las dos últimas medidas adoptadas por la entidad van, precisamente, en esa dirección.

La frustrada fusión con Liberbank ha marcado un antes y un después. Por cierto, frustrada después de que Azuaga se plantara ante Manuel Menédez, CEO de Liberbank: o aceptas una ecuación de canje del 60-40 o aquí se acaba la historia. Y Menéndez, que ya había logrado una considerable mejora tras el 70-30 inicial, se negó.

El objetivo de Azuaga -seguir en solitario- implica una hoja de ruta con dos premisas: no fusionarse y no disminuir el control que actualmente tiene sobre el banco. Ahora bien, junto a esto, el presidente de la entidad es consciente de que la Fundación debe rebajar su participación del 49,7% actual a menos del 40%. Y ojo, porque debe hacerlo antes de 2021. Pero, tras el 'affair' Liberbank, Azuaga no quiere, ni una fusión, ni una colocación en bolsa de un paquete significativo de acciones. Y es que, además de no querer disminuir la participación de la Fundación, la situación del mercado desaconseja cualquier operación de calado. Y más aún si se trata del sector financiero.

El presidente de la entidad es consciente de que la Fundación debe rebajar su participación del 49,7% actual a menos del 40%, antes de 2021

Todo esto explica la intención del banco de alargar el plazo para rebajar la participación de la Fundación, actualmente del 49,7%, por debajo del 40%, tal y como publica Expansión.

Luego está el reciente nombramiento de Ángel Rodríguez de Gracia (de 63 años) como CEO del banco, en sustitución de Enrique Sánchez del Villar (56). No le busquen tres pies al gato: Rodríguez de Gracia es un hombre de la casa y es experto en banca doméstica, mientras que el CEO saliente, nombrado CEO en 2016, estaba más enfocado al mundo de la bolsa.

En definitiva, Azuaga quiere que Unicaja continúe siendo independiente, al menos con él como presidente de la entidad. Tiene cuatro años por delante.