El conservador austriaco Sebastian Kurz -líder del Partido Popular Austríaco (ÖVP)- y los Verdes sellaron el pasado miércoles un acuerdo de coalición que firma el regreso a la cancillería del joven dirigente demócrata-cristiano que gobernó hasta mayo con la extrema derecha, informa Swissinfo.

"Hemos logrado unir lo mejor de ambos mundos", declaró el líder del ÖVP en una conferencia de prensa en Viena junto a Werner Kogler, jefe del partido ecologista Die Grünen, que entrará en el gobierno por primera vez.

Kogler, de 58 años y quien se convertirá en vicecanciller del nuevo equipo dirigido por Kurz, se congratuló de que ambas formaciones hayan logrado "construir puentes" para "el futuro de Austria”.

Tras unas conversaciones "difíciles" entre dos partidos "muy diferentes" se alcanzó un "excelente" acuerdo de gobierno, aseguró Kurz.

Tres meses después de las legislativas del 29 de septiembre ganadas por el excanciller Kurz, Austria experimentará por primera vez una coalición entre el ÖVP, peso pesado de la política nacional, y la formación ecologista, que registró un avance en las últimas elecciones.

Este país de Europa central, con 8,9 millones de habitantes, figurará junto con Suecia, Finlandia, Lituania o Luxemburgo entre los Estados miembros de la Unión Europea donde ministros ecologistas participan en el gobierno, en un contexto en el que los llamados a actuar contra el cambio climático son cada vez más.

Tras unas conversaciones "difíciles" entre dos partidos "muy diferentes" se alcanzó un "excelente" acuerdo de gobierno, aseguró Kurz

El tándem no es evidente: el liberal Kurz es partidario de una línea dura en materia de inmigración, y los Verdes, políticamente anclados en la izquierda, estuvieron entre los opositores más virulentos al joven dirigente de 33 años cuando éste decidió, en diciembre de 2017, aliarse con la extrema derecha para su primer mandato.

Esta unión de la derecha conservadora y los nacionalistas fue seguida con atención por una Europa confrontada al ascenso de los populismos, pero el gobierno de Kurz con el FPÖ voló en mil pedazos cuando el líder de la extrema derecha y vicecanciller, Heinz-Christian Strache, fue puesto en tela de juicio por un caso de corrupción conocido como “Ibizagate".

Ese sonado escándalo nació de la difusión, en mayo pasado, de un video grabado con una cámara oculta en una villa de Ibiza, en el que se veía a Strache dispuesto a negociar sobre mercados públicos con una mujer que se hizo pasar por la sobrina de un oligarca ruso.

El escándalo provocó la caída del gobierno. Obligado a acabar con su coalición, Kurz convocó elecciones anticipadas que su partido volvió a ganar (37,5%), y el jefe de la derecha decidió entonces volverse hacia los ecologistas (cuarta fuerza con el 13,9% de los votos) para formar una coalición.

Kurz ha insistido en su voluntad de "seguir bajando los impuestos" y "luchando contra la inmigración ilegal", y el detalle de los compromisos concluidos por las dos partes será dado a conocer por ambos partidos en la presentación de su programa común, prevista para el jueves.

Sebastian Kurz es católico. Bajo su Gobierno, se cerraron siete mezquitas y se expulsó a 60 imanes financiados por los turcos, medida con la que estuvo de acuerdo la oposición liberal y socialdemócrata austriaca y hasta los Verdes...  Y es que Kurz es partidario de la emigración musulmana, siempre que se integren. 

A primera hora de la tarde de este jueves, se ha conocido que los conservadores de Kurz -que volverá a ser canciller- estarán al frente de diez ministerios y los ecologistas, tendrán tres y la vicecancillería.