La sífilis y la gonorrea, enfermedades casi olvidadas en España, han vuelto a primera línea. Solo en 2017 se documentaron 23.942 casos de infección gonocócica, sífilis, clamidia y linfogranuloma venéreo, casi el triple de los registrados dos años antes con 8.275 infecciones en 2015, recoge ABC.

Según la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, las cifras obedecen a una relajación en el uso de profilácticos. «En 2002 sabíamos que el 84 por ciento de los jóvenes entre 15 y 18 años usaban preservativo; el año pasado año descendió al 75 por ciento. Son datos objetivos que nos alarman porque corren en paralelo al crecimiento de estas infecciones de transmisión sexual», justificó Carcedo tras presentar la nueva campaña de uso del preservativo del Ministerio de Sanidad, añade ABC.

Las tasas de infección por gonorrea registraron una subida media anual del 26,3 por ciento entre los años 2013 y 2017, según los últimos datos de Vigilancia Epidemiológica, que recoge cada año el Instituto de Salud Carlos III. Esta subida es una de las que más preocupan, así como la aparición de cepas resistentes a los antibióticos actuales, según confirmó Pilar Aparicio Azcárraga, directora de Salud Pública, recoge también ABC.

Las tasas de infección por gonorrea registraron una subida media anual del 26,3 por ciento entre los años 2013 y 2017

“El incremento de la sífilis es menos acusado, pero los últimos datos muestran las cifras más elevadas desde que existen registros: 10,61 por 100.000 habitantes, frente al 2,57 en 1995. Al igual que en la gonorrea, la incidencia fue mayor en hombres que en mujeres. En el caso de la clamidia, otra de las infecciones al alza, las tasas más altas también se sitúan entre los 20 y los 24 años y más en mujeres que en hombres. En 2017 también se diagnosticaron cerca de 4.000 nuevos casos de VIH, además de 17.000 de otras infecciones de transmisión sexual”, explica este mismo medio.

“Ni la ministra de Sanidad ni la responsable de Salud Pública desgranaron las cifras por colectivos más vulnerables como la población homosexual. Tampoco hicieron un diagnóstico muy certero de las causas del abandono del uso del preservativo, en un momento en la que los jóvenes tienen toda la información disponible”, según ABC.

«Queremos saber por qué se están produciendo estas conductas de riesgo y se producen estas actitudes de relajación frente a las ITS, incluidas la infección por virus del sida», reconoció Carcedo. La ministra sí cree que entre otras muchas causas puede estar el acceso al porno a través de móviles y tabletas en etapas precoces o los ideales románticos de la adolescencia y la imprevisión. En su opinión, todos estos factores cuentan y apuntó en la necesidad de enseñar habilidades a los jóvenes para decidir qué método emplear, explica el mismo medio.

Sanidad también planeó la posibilidad de financiar los tratamientos del VIH como método de prevención, la llamada profilaxis preexposición, aunque eso supondría bajar la guardia del preservativo. «Se está discutiendo cuál es la mejor manera de implementarla, se está planteando», dijo Aparicio, según recogió también ABC

En resumen, el aumento de enfermedades no tiene nada que ver con la promiscuidad sexual que alienta el progresismo en todo Occidente. Y en España existe un Gobierno que se define como progresista y que no cree en el amor romántico, ni la vicepresidenta Camen Calvo ni la titular de Sanidad, María Luisa Carcedo.