• No es posible pasar de repente de una economía subvencionada a otra de libre iniciativa.
  • Y quizás Macri no debió pasar tan rápido.
  • Las subvenciones de Cristina Fernández alimentaba a  vagos pero cerrar el grifo a gran velocidad no crea trabajo: destruye al vago… y al pobre.
Se trata de Alfonso Prat-Gay (en la imagen), hasta ahora titular de Economía y Finanzas. La razón oficial es que el despegue económico prometido no se ha producido aún, aunque Macri sabe perfectamente que el ministro no es culpable. A ver si nos entendemos: Macri pasó de una economía subvencionada, la de Cristina Fernández de Kirchner, a una economía libre, que posibilita que aquel que más se esfuerza, más posea. Ahora bien, no se pueden quitar las muletas a nadie, así, de repente entre otras cosas porque mucho se han habituado a ese veneno de la subvención pública, con la que vas tirando aunque nunca sales de pobre y te conviertes en un vegetal sin ilusiones. Deshacer una economía subvencionada no es fácil. Es una tarea lenta. Como educar a un chaval. Y Macri paga ahora las consecuencias… en la cara de Prat-Gay. Las subvenciones de Cristina Fernández alimentaban vagos pero cerrar el grifo a gran velocidad no crea trabajo: destruye al vago… y al pobre. Eulogio López eulogio@hispanidad.com