• Después de la muerte del fiscal Nisman, diputados opositores calificaron de "oportunista" el proyecto oficial para reformar el servicio de inteligencia.
  • Para La Nación, "el kirchnerismo ha jugado demasiado tiempo y demasiado a fondo el peligroso juego de los servicios de inteligencia con el fin de conformar un régimen de vigilancia y amedrentamiento al mejor estilo del de los países comunistas".
  • Y Clarín opina que "Sólo un milagro, si uno cree en los milagros, le permitirá a la presidenta hacer en diez meses lo que el kirchnerismo no hizo en once años: purgar y transformar radicalmente los servicios de inteligencia".  

La Argentina sigue conmocionada después de la muerte de fiscal Alberto Nisman, que apareció con un disparo en la sien en el baño de su hogar tras haber denunciado a la presidenta Cristina Fernández (en la imagen) por un supuesto complot para encubrir a iraníes acusados de un atentado antisemita de 1994 en Buenos Aires.

Como explicamos, la presidenta Fernández compareció -una semana después de que se confirmara la muerte del fiscal Nisman- ante los medios para anunciar un proyecto de ley que contempla la disolución de la Secretaría de Inteligencia, o sea, de los servicios de inteligencia, después de que funcionarios acusaran a ex espías de estar involucrados en la oscura muerte de un fiscal.

Pero la iniciativa no ha convencido ni a la oposición ni a los medios de comunicación. Por ejemplo, diputados opositores de Argentina calificaron de "oportunista" el proyecto oficial para reformar el servicio de inteligencia, luego de que la misteriosa muerte de un fiscal expuso el oscuro funcionamiento de la agencia de espionaje, publica Reuters.

La oposición cuestionó que el proyecto de ley, que se espera sea aprobado en el Congreso dominado por el oficialismo, deja al servicio de inteligencia bajo el mando de la Procuraduría General de la Nación, que representa a los fiscales del país y que está dirigida por una funcionaria muy cercana al Gobierno.

"Lo primero que tienen que dar cuenta (las autoridades) es del manejo mafioso que hicieron durante estos años de los servicios de inteligencia", dijo la jefa del bloque de diputados del partido GEN, Margarita Stolbizer, en una conferencia junto a los líderes de los demás partidos principales de la oposición.

A la prensa tampoco le gusta ni el anuncio ni la actitud de Fernández. Para La Nación, "el reemplazo de la Secretaría de Inteligencia (ex SIDE) por una agencia federal es otra escandalosa cortina de humo tendiente a desviar la mirada de la denuncia y muerte del fiscal Nisman".

Este periódico añade, con dureza, que "el kirchnerismo ha jugado demasiado tiempo y demasiado a fondo el peligroso juego de los servicios de inteligencia con el fin de conformar un régimen de vigilancia y amedrentamiento al mejor estilo del de los países comunistas. Nunca advirtieron ni el ex presidente Néstor Kirchner ni su esposa que quienes usan esos servicios en su beneficio se convierten en esclavos de los agentes que llevan a cabo las tareas ilegales que el Gobierno les encarga. Lo probó el desplazamiento de la anterior cúpula de la SI, que resultó inútil".

Y concluye: "Ahora, la presidenta quiere hacernos creer que esta vez sí hará las cosas en serio, pero ha perdido credibilidad. Se equivoca si cree que ella es la víctima. Es la principal responsable. La verdadera víctima es la sociedad".

Por su parte, Clarín subraya: "Sólo un milagro, si uno cree en los milagros, le permitirá a la Presidenta hacer en diez meses lo que el kirchnerismo no hizo en once años: purgar y transformar radicalmente los servicios de inteligencia".

Y añade: "El kirchnerismo recupera tarde, y sin reconocer derechos de autor, la propuesta de Beliz. Pero no se propone un milagro sino cosas bien terrenales. La primera es instalar el escabroso tema de los servicios para desviar la atención de la denuncia de Nisman y de la muerte de Nisman. Otra: pasar el control de las escuchas a la ultra K Gils Carbó. Y la última, colocar al frente de la nueva SIDE a una cúpula adicta que permanezca allí cuando Cristina ya no esté".

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com