• Las relaciones entre EEUU y Rusia, casi suspendidas hasta conocer al nuevo ocupante de la Casa Blanca.
  • El Gobierno Obama acusa al Kremlin de 'hackeos' en las elecciones y planea un ataque cibernético.
  • Putin, irónico: "De nuestros amigos estadounidenses se puede esperar cualquier cosa".
  • Abandona el tratado de reconversión del plutonio militar y por ello, EEUU suspende su cooperación en Siria.
  • El Kremlin se prepara: quiere reabrir bases militares de Cuba y Vietnam, despliega misiles y forma un escuadrón de aviones bombarderos.
Estamos en una delicada situación internacional ante la que muchas voces ya hablan de Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, esto no es exactamente así y es mucho más apropiado referir que vivimos en una Segunda Guerra Fría. Como saben, la Guerra Fría, hasta ahora la única, fue un enfrentamiento a todos los niveles, surgido tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, entre el bloque occidental (capitalista) y el oriental (comunista). El primero lo lideraba EEUU y el segundo, la entonces Unión Soviética (actual Rusia). Un clima de tensiones que se prolongó hasta el año 1991, cuando se disolvió la URSS. Volviendo al momento actual, cabe señalar que las relaciones entre EEUU y Rusia están casi suspendidas hasta conocer al nuevo ocupante de la Casa Blanca. La incógnita se desvelará pronto, en las elecciones del próximo 8 de noviembre, amañadas antes de votar, y en las que la demócrata (y abortista) Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se juegan presidir EEUU. El Gobierno Obama ha acusado hace unas semanas de forma oficial a Rusia de haber orquestado una campaña de hackeos contra el Partido Demócrata de cara a las elecciones. Precisamente, este miércoles, la policía checa, en cooperación con el FBI, ha detenido a un ruso que estaba en búsqueda y captura, acusado de participar en ciberataques contra altos cargos políticos de EEUU. Los norteamericanos están bastante cabreados con los presuntos hackeos rusos y planean una respuesta "proporcional". En concreto, un ataque cibernético "sin precedentes" contra el Kremlin, según indicaron fuentes de inteligencia a la cadena estadounidense NBC y recoge la web hondureña La Prensa. En todo este lío cibernético hay que citar a Wikileaks, según EEUU favorecido por Rusia (aunque Assange lo negó). La web fundada por Julian Assange (vive refugiado en la embajada de Ecuador en Londres) publicó cerca de 20.000 e-mails del Comité Nacional Demócrata (CND). Así, reveló, entre otras cosas, el apoyo del Partido Demócrata a Hillary en las primarias, en perjuicio de Bernie Sanders. Filtraciones que ya han tenido consecuencias: Ecuador ha reconocido que el pasado lunes cortó la conexión a Internet a Assange. Ante la posibilidad de un ataque cibernético, el presidente ruso, Vladimir Putin, echa mano de la ironía y afirma: "De nuestros amigos estadounidenses se puede esperar cualquier cosa". Además, añade que EEUU escucha y espía a todos, como lo reflejan las filtraciones de Wikileaks y del exespía Edward Snowden (al que Rusia dio asilo). Al hilo de esto recuerden que la privacidad en Internet está en duda porque tecnológicas como Google, Facebook, Yahoo! o Microsoft, entre otras, trabajan para la Casa Blanca. Pero hay muchas otras cosas, además de lo cibernético, que nos lleva a hablar de Segunda Guerra Fría, cuyas primeros síntomas se ven en los conflictos de Ucrania y Siria. Hace unas semanas, Rusia abandonó el tratado de reconversión del plutonio militar, uno de los pilares de desarme para acabar con la amenaza de una nueva Guerra Fría. EEUU respondió suspendiendo la cooperación con Rusia en Siria. Además, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, fue más allá hablando de crímenes de guerra en Alepo y Moscú replicó aludiendo a Irak. ¡Mucha diplomacia, como ven! El conflicto sirio es otro gran escenario de esta Segunda Guerra Fría: se ha convertido en una "guerra subsidiaria" entre ambas superpotencias, según señaló el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, y recogió RT. Pero Kurtulmus también advirtió que el conflicto podría extenderse más allá de Oriente Medio y el mundo está "al borde de una gran guerra regional o global". El Kremlin se prepara y demuestra su fuerza. Estudia reabrir las bases militares de Cuba y Vietnam, también ha desplegado misiles 'Iskander' en Kaliningrado (junto a la frontera con Lituania) y está completando la formación de un escuadrón de aviones bombarderos pesados para sobrevolar el océano Pacífico, tal y como informó Clarín. Además, en la web Katehon, Andrei Fursov, un famoso intelectual ruso, no deja dudas de que su país está listo para repeler cualquier ataque de Occidente: se han realizado exámenes de la preparación para el combate en distritos militares y a las actividades de agencias civiles en casos "especiales", como condiciones de guerra. Cristina Martín cristina@hispanidad.com