Líos en el Norte de África y además de dos países vecinos: Argelia y Libia.

Por un lado, el presidente interino de Argelia, Abdelkader Bensalah, que asumió el martes la jefatura del Estado por un período de 90 días, se comprometió a organizar unas elecciones transparentes y justas. “Me comprometo a crear todas las condiciones necesarias para que se celebren unas elecciones justas y transparentes”, dijo Bensalah durante su discurso transmitido por la televisión estatal, recogió El PaísCR.

Sin embargo, Bensalah no ha gustado a muchos argelinos, especialmente estudiantes, que lo ven como la continuidad del presidente saliente Abdelaziz Bouteflika, quien casi quería perpetuarse en el poder. Por esa razón, se han producido manifestaciones en las que se podía escuchar "abajo con el sistema" a la vez que pedían desmantelar la jerarquía política que ha dirigido Argelia durante las últimas dos décadas. La policía comenzó a dispersar a los miles de manifestantes en una avenida central, echándoles gas pimienta, chorros de agua y pegándoles con palos.

En Libia, los enfrentamientos entre las fuerzas del este, lideradas por el mariscal Jalifa Haftar y las del gobierno reconocido internacionalmente, han dejado al menos 47 muertos, 181 heridos"

Y en Libia, los enfrentamientos entre las fuerzas del este, lideradas por el mariscal Jalifa Haftar y las del gobierno reconocido internacionalmente han dejado al menos 47 muertos, 181 heridos y unos 3.400 desplazados, reportó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), recogió 24 horas.

El pasado 4 de abril, el mariscal Haftar ordenó al Ejército Nacional Libio (ENL) lanzar una ofensiva para tomar el control de Trípoli, sede del Gobierno de Unidad Nacional (GNA) reconocido por la comunidad internacional, para “liberarla de terroristas”.

En respuesta, el GNA, que encabeza Fayez Sarraj, declaró el estado de alerta y movilizó sus fuerzas, mientras el Ejército de Haftar continúa su avance desde varias direcciones hacia la capital, incluso bombardeó la víspera el aeropuerto de Mitiga, el único operativo de Trípoli, según el diario The Libya Observer.

Desde el inicio de la ofensiva lanzada hace cinco días por las fuerzas de Haftar, al menos 3.400 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), si bien otras agencias dan cuenta de 2.800.
 
Y es que Libia está sumida en una crisis desde que la caída su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en una dualidad de poderes, choques entre grupos rivales, la proliferación de facciones yihadistas y mafias que trafican con migrantes irregulares de África a Europa.