ArcelorMittal ha tenido pérdidas en el primer semestre. Una mala noticia que supone otro problema para las plantas asturianas de Avilés y Gijón, donde se prevén protestas tras fracasar la negociación del convenio colectivo.

La mayor siderúrgica del mundo ha pasado de ganar 2.700 millones de euros a perder 33 millones en un año. ¿El motivo? Un impacto negativo de 996 millones por amortizaciones de activos, que se suma a “condiciones del mercado que han sido muy duras, con la rentabilidad de nuestros segmentos de acero sufriendo por los menores precios del acero y los mayores costes de las materias primas”, ha explicado Lakshmi N. Mittal, presidente de la compañía.

La siderúrgica, afectada por amortizaciones de activos, abaratamiento del acero y encarecimiento de las materias primas... y las importaciones chinas

Mientras tanto, para España es importante el fracaso de la negociación del convenio colectivo en Asturias, donde tiene 5.398 empleados, según informa La Nueva España. Y es que sindicatos y empresa no han logrado ponerse de acuerdo en la subida de salarios: los primeros piden un aumento del 2,2% hasta 2021, pero ArcelorMittal quiere que se vincule al IPC y a un aligeramiento de plantilla (salida de 300 trabajadores).

Ojo, porque los talleres de Gijón llevan en problemas desde hace tiempo y la siderúrgica llegó a amenazar con cierre, además ha reducido temporalmente la producción en Europa. De hecho, Mittal ha señalado que “se deben tomar medidas adicionales para abordar el creciente nivel de importaciones que ingresan al continente debido a la ineficacia de las medidas de salvaguarda”, pues “la sobrecapacidad global sigue siendo un claro desafío”. Además, ha revisado a la baja su previsión de demanda mundial de acero por la ralentización del mercado del automóvil y ha pedido medidas a la Comisión Europea (que actualmente está en funciones, pues el nuevo equipo se conocerá el próximo octubre y se prevé que empiece a funcionar en noviembre)

Volviendo a las cifras semestrales. Las ventas se han situado en 34.853 millones. Por su parte, la deuda bruta ha aumentado a 12.504 millones mientras que la deuda neta ha bajado a 9.242 millones gracias a una buena evolución del circulante y a la venta de los activos en Europa ligados a la compra del grupo siderúrgico italiano Ilva, según han explicado los analistas del Banco Sabadell.