Arabia Saudita anunció este lunes su decisión de expulsar al embajador de Canadá en Riad y de suspender sus relaciones comerciales con el país norteamericano, en respuesta a críticas de Ottawa sobre la represión de militantes pro derechos humanos.

El reino saudita le dio 24 horas al diplomático canadiense para abandonar el país y llamó a consultas a su embajador en Canadá. El reino de Arabia Saudita "no aceptará injerencias en sus asuntos internos", declaró el ministerio saudita de Relaciones Exteriores en Twitter, reflejando así la firmeza del príncipe heredero Mohamed bin Salmán (en la imagen) en materia de política extranjera.

Riad anunció, además, que iba a "congelar nuevas transacciones relacionadas con el comercio y las inversiones" con Canadá.

Canadá aún no reaccionó a la decisión saudita, tomada después de que la embajada canadiense pidiera la liberación de defensores de los derechos humanos encarcelados el país árabe.

La embajada canadiense se había mostrado "gravemente preocupada" por una nueva ola de arrestos de militantes pro derechos humanos en el reino. "Pedimos a las autoridades sauditas que los liberen inmediatamente, así como a todos los demás activistas pacíficos pro derechos humanos", había declarado la embajada el viernes en un comunicado publicado en Twitter.

El ministerio saudita de Relaciones Exteriores expresó su reprobación respecto al comunicado de la embajada. "Es muy lamentable que las palabras 'liberación inmediata' figuren en el comunicado canadiense", declaró el ministerio. "Es inaceptable en las relaciones entre los dos países".

El 2 de agosto, la jefa de la diplomacia canadiense, Chrystia Freeland, se mostró "muy alarmada tras conocer el encarcelamiento de Samar Badaui", una militante a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, detenida la semana pasada junto con su colega Nasima al Sadah.