• Está enfrentada a Bruselas por pagar pocos impuestos, pero Irlanda recurrirá la multa.
  • La ex comisaria Neelie Kroes también critica la sanción y recibe un toque de atención.
  • Pero el gigante es presa, sobre todo, de una alarmante falta de ideas: no saca nuevos productos.
  • Confía su suerte al iPhone, del que depende la mitad la mitad del beneficio.
  • Solución: exprimir a los proveedores -sobre todo en Asia- para que bajen los precios.
Apple está en plena tormenta y con muchos frentes. Uno de ellos, naturalmente, es la multa de la UE (13.000 millones de euros), que ha encolerizado a la multinacional, y ha provocado otro debate, también en la Unión Europea. Pero el frente más importante es su modelo de negocio, también amenazado por una sencilla razón: la mitad de su beneficio depende de un solo producto, el iPhone, con claros signos de agotamiento, medidos en la caída de ventas. Volveremos a este punto. Respecto a la pelea por la multa, hay dos notas de color este viernes. La primera, que el Gobierno de Irlanda ha aprobado recurrir la sanción. Se juega mucho. La medida le beneficia, por un lado -sus arcas públicas recuperarán así 13.000 millones-, pero por otro le perjudica: cuestiona su sistema fiscal, que ha permitido a Apple, sin ir más lejos, pagar durante años sólo el 0,005% de lo que ganaba. Es normal, por tanto, que el Ejecutivo irlandés haya anunciado su decisión de recurrir, en paralelo a otra medida: una revisión independiente sobre el Impuesto de Sociedades del país. Teme el impacto en otras multinacionales domiciliadas en la isla, pero como Dublín no sea más transparente se juega también el descrédito creciente en el resto de la UE. Hay divisiones en el Gobierno irlandés en la última semana al respecto y también en la UE. Un ejemplo de este mismo viernes: la Comisión Europea se ha visto obligada a dar un toque de atención a la ex comisaria Neelie Kroes, crítica con la multa en un artículo en el diario británico The Guardian. Una cosa es defender el punto de vista de las empresas de Sillicon Valley, le han reprochado, y otra "oponerse públicamente a las decisiones de la Comisión". Lo que ha dicho Kroes es que Bruselas "debería centrarse más en idear un sistema tributario para el futuro" que en "perseguir a un puñado de países y compañías por el pasado". Ya le hemos contado, este viernes, que la mejor propuesta, en ese sentido, es la del David Cameron: que las multinacionales paguen impuestos según las ventas, no según los beneficios. Pero la opción británica ha quedado paralizada por los resultados del Brexit. Volvamos al problema medular de Apple. Depende demasiado de iPhone. Si las ventas del smartphone caen, como le está sucediendo trimestre a trimestre, el gigante tecnológico se resfría. Ha intentado remontar bajando los precios, pero ni con esas. En el último trimestre, Apple redujo sus ingresos un 15% (42.358 millones de dólares), exactamente en la misma proporción en que bajaron las ventas del iPhone. Pero tampoco tiene alternativas por una alarmante falta de ideas: productos nuevos. Y eso mismo es lo que están haciendo sus competidores, como la coreana Samsung, líder en ventas, o la china Huawei para morder terreno en el goloso negocio de móviles. De momento, Apple sólo mira hacia dentro: bajar los precios de su producto estrella para aumentar cuota, o presionar a los proveedores de componentes para que el modelo salga más barato. No parece suficiente. De esto último informa este mismo viernes Wall Street Journal con un título muy gráfico: exprime a sus proveedores, a los que exige recortes en los precios de componentes, además de plantearles que reduzcan el volumen de pedidos. ¿Razón? La caída de las ventas. Esa presión se dirige sobre al mercado chino, lo que ha provocado que operadoras como China Telecom se hayan movilizado para impulsar las ventas del iPhone. Pero lo mismo puede pasar en otros países como India, que empieza a jugar sus bazas en el mercado de móviles. ¿Qué otras alternativas tiene Apple? Pocas. Prácticamente todos sus productos han caído este año respecto a 2015. Uno de los que no fue el iPad. La tablet está aumentó sus ingresos (7%) tras ochos trimestres a la baja. El Mac vendió un 11% menos de unidades y en ingresos, se reducen un 13% en ingresos. Y con otros productos -Apple Pay, Apple TV, Apple Watch, Beats, iPod y accesorios- pasa lo mismo en distintas proporciones. Pero no olviden lo que señalaba al principio: la mitad del negocio de Apple es el iPhone. Miriam Prat miriam@hispanidad.com