• El beneficio aumenta un 31,4%, hasta 330,4 millones de euros y las provisiones disminuyen un 15%, hasta alcanzar los 2.292 millones. Eso sí, el margen de intereses baja un 3,3%.
  • El banco vuelve a depender demasiado del ROF: aporta 820 millones de euros, un 78% más que en 2013.
  • La entidad suma 78.232 nuevos clientes pero, al mismo tiempo, disminuyen un 2,7% sus recursos en el banco: cambian los productos bancarios tradicionales por productos fuera de balance.
  • Curiosamente, las Administraciones Públicas aumentan un 60,7% sus depósitos, mientras que el sector privado disminuye su aportación un 3,9%.
  • Las cuentas marcan el camino de cómo será el negocio bancario del futuro: menos margen de intereses, poco crédito pero con más comisiones, productos fuera de balance cada vez más caros, y negocio inmobiliario, y mucho.

Hacer banca en el momento actual es enfrentarse a un escenario complejo. Es enfrentarse ante el espejo la mañana posterior de una 'interesante' noche. A la mala cara que nos ponen nuestros amigos cuando decimos que trabajamos en un banco, hay que añadir una demanda política de concesión de créditos, sobre todo cuando entramos en año electoral, debiendo asumir que el BCE tiene, como principal preocupación, el mantenimiento de unos recursos propios más que adecuados para evitar que demos nuevos sustos. Además, esta misma institución fuerza tipos de interés bajos para que hacer negocio nos resulte cada vez más agradable. Eso sí, en un escenario bañado de dinero.

Dicho lo cual, y queriendo evitar que consideremos el escenario actual próximo a la novela de Ken Follett, 'El Invierno del Mundo', lo cierto es que analizar resultados de un banco resulta muy interesante, al menos intelectualmente. Los resultados netos del Banco Popular en 2014 fueron de 330,4 millones de euros, nada más y nada menos que un 31,4% más que en el año anterior. Resultado que surge de la necesaria dotación de provisiones por un importe total de 2.292 millones, por suerte un 15% menos que en el mismo periodo del año anterior. Con ello, la entidad bate todas las expectativas de los analistas más avezados, lo cual siempre es agradable para acallar bocas.

Del análisis de la cuenta de resultados podemos sacar conclusiones de cómo será hacer banca en el futuro. El margen de intereses se situó en 2.331 millones, un 3,3% menos que en 2013, consecuencia del progresivo desapalancamiento de la economía; el margen bruto aumentó un 9,1% hasta los 3.876 millones, con una aportación del ROF de 820 millones y una evolución positiva de las comisiones asociadas al crédito. Ello deriva en un incremento del 9,7% del margen de explotación respecto al mismo periodo del año anterior.

La recuperación del mercado ha permitido al banco conceder un total de 21.855 millones de euros en crédito nuevo -para que luego digan que en este país no se presta-, un aumento del 3,4%. De dicha cantidad, 11.719 millones de financiación nueva para pymes y autónomos, el 17,6% más, líder, además, en préstamos ICO. Todo ello ha hecho sencillo captar el año anterior a más de 78.232 nuevos clientes. Curiosamente, los clientes han disminuido un 2,7% sus recursos en el banco, y no porque no estén contentos con la entidad, sino porque dado que no ofrecen casi rentabilidad en depósitos y productos bancarios tradicionales, depositan sus recursos en productos fuera de balance, especialmente en fondos de inversión, con un aumento del 11%. Curiosamente, las Administraciones Públicas han aumentado un 60,7% sus depósitos en el banco mientras el público del sector privado ha disminuido su aportación un 3,9%. Interesante, cuanto menos.

En este orden de cosas, la labor inmobiliaria no se abandona. La entidad ha vendido durante 2014 un total de 1.503 millones de euros en inmuebles, cifra que supone un 94% más, o 7.600 casas vendidas, un 128% más. Y todo ello en un escenario de reducción de la mora que se sitúa aún en cifras llamativas del 13,78%, muchos de los cuales son morosos subjetivos, clasificados por el banco de forma prudencial pero al corriente de pago; es decir, hablamos de deterioros de créditos derivados de la mala cara de nuestro cliente, no porque no tenga haberes. El ratio de cobertura de morosos mejora en más de un punto porcentual hasta alcanzar el 41,4%.

Finalmente, hay que resaltar cómo en términos de solvencia y liquidez, la entidad mantiene una posición sólida, presumiendo que la captación de recursos en el mercado viene determinado por el conocimiento que los inversores instituciones tienen del modelo de negocio de Popular, y de su capacidad de generar beneficios a medio y largo plazo y de su solvencia. Eso sí, la capitalización bursátil ha disminuido un 4,2%, algo que dice mucho de la mala fama que aún tiene. Este viernes en Bolsa, ni fu ni fa, más bien anodina ante sus resultados.

Por cierto, ¿cómo será la banca del futuro? Pues menos margen de intereses, poco crédito pero con más comisiones vinculadas al mismo, productos fuera de balance cada vez más caros, y negocio inmobiliario, y mucho.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com