• El grupo catalán está en plena reconversión del negocio: ahora gana por comisiones de fondos y seguros.
  • Al final, el líder de la banca doméstica certifica que el negocio bancario ha muerto.
  • La mora se reduce apreciablemente, aunque sigue siendo alta, y el crédito promotor también.
  • Crece el crédito, también a las pymes, pero lentamente.

Tremenda frase, lapidaria, la que Caixabank incluye este viernes en su presentación de resultados del ejercicio 2014: "las cicatrices de la crisis aún son evidentes". Y es que el análisis que realiza de la situación económica coincide, en su práctica totalidad, con el que ayer firmara Josep Oliu en la presentación de la otra gran entidad financiera catalana, el Sabadell.

Y es que, a pesar de que los resultados positivos que parece que vamos a ir viendo a lo largo de este estos días, los análisis de la economía real invitan de una forma clara a mantener la calma y dar muestras de prudencia. Vamos, al contrario que nuestros políticos, inmersos ya en una larguísima campaña electoral.

El impacto en la rentabilidad de los activos tras tiempo que llevamos con los tipos de interés en mínimos, la persistencia en el tenue crecimiento del crédito y la estabilidad del entorno regulatorio, son las principales inquietudes que Caixabank señala para este ejercicio del 2015.

Mientras tanto, parece que, a pesar de la cifra de crecimiento del resultado neto del 2014, un 96,3% o 620 millones de euros (M€), que, en condiciones normales sería para titular de primera página en todas las portadas salmón, la evolución del negocio ha sido más bien discreta, 5,1% en el margen de intereses, solamente salvado por la reducción del gasto financiero, debido a la situación de los tipos de interés, en un 13,3%, ya que los ingresos financieros tuvieron una variación negativa del 5,5%.

Con estas cifras, parece claro el análisis de que "las cicatrices de la crisis aún son evidentes". Yo añadiría, en el caso de Caixabank, el incremento de un 3,7% en las comisiones netas y un 73% más en dividendos percibidos. Al beneficio también ha contribuido el margen de explotación de 839 M€ y los menores gastos extraordinarios.

Fuera de los números de la cuenta de resultados y como consecuencia de la reducción de los deterioros, es importante la evolución de la morosidad, que ha bajado del 11,7 al 9,7%. Reparen en riesgo promotor, que se queda en el 6,4%, 4 décimas menos que en el pasado ejercicio. La ratio de morosidad de créditos a promotores continúa por encima del 50% (54,6%).

En cuanto al resto de la actividad, como nos viene acostumbrando, Caixabank presenta cifras de líder: 271,7 M€ de recursos de clientes, un 5,2% más que en 2013. Incremento del 15,2% en la que se está convirtiendo en la nueva "batalla" entre las entidades de crédito, sobre los recursos de clientes fuera de balance: fondos y seguros de ahorro. Éstas, por fin, han comprendido que las captaciones de pasivos con  los niveles de tipos de interés actuales, es un suicidio en el que algunas se dejaron, en otros tiempos cercanos, bastantes "plumas" y ahora todas llevan algunos meses a la búsqueda de las comisiones de gestión.

A pesar de las "incertidumbres" que aún presenta Caixabank como consecuencia de la parte –importante, es cierto-, de su colaboración a la reestructuración del sistema financiero español, por lo que nadie mejor que ella conoce el sentido de las "cicatrices" de la crisis sufridas en propias carnes. Parece que la sólida estructura de la entidad está aguantando y creciendo en lo que quizás son líderes en el sistema, que no es otra que la banca minorista, por lo que, continuando en la senda de prudencia, la recuperación de esas cicatrices parece segura a un corto/medio plazo.  

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com