• Y Mato ve premiada su amistad personal con Ana Botín desde Paribas.
  • Isabel Tocino, otra consejera para el todavía inexistente Santander España.
  • De la vieja guardia, la presidenta sólo acepta a Rodrigo Echenique.
  • Ahora mismo, los hombres en alza en el Santander son Rami Aboukhair y Víctor Matarranz. El resto…

Y con la salida de Matías Rodríguez Inciarte culmina un cambio generacional. De los viejos 'influencers' ya sólo queda Rodrigo Echenique (en la imagen), es decir, el hombre de Emilio Botín más próximo a Ana Botín. Y es que Matías Rodríguez Inciarte, aunque ya no estuviera encima del negocio, representaba la cara institucional del Santander. No estaba en el negocio pero sí en la estrategia y las relaciones públicas. En cualquier caso, el significado resulta univoco: Ana Botín quiere cerrar la era de Emilio Botín, su padre. Los hombres clave de la era Emilio Botín fueron Alfredo Sáenz, con quien Ana Botín nunca se entendió, Rodrigo Echenique, persona encargada por Emilio Botín de dirigir a su muerte, la Comisión de nombramientos que nominó a Ana Botín como presidenta. Y junto a Sáenz y Echenique, el exministro Matías Rodríguez Inciarte (algo menos su hermano Juan). El hombre de la UCD era la cara política y de relaciones con el regulador de Emilio Botín. Últimamente, estaba atrincherado en la Fundación de los Premios Príncipe de Asturias, donde se había colocado en la línea ilustrada y progresista, más lucecitas que progreso, que tanto gustan en mi Asturias natal, especialmente desde que se hundiera la economía asturiana. Matías R. Inciarte se va ahora a Santander Universidades, que es lo que el banco vende cuando no tiene otra cosa que vender. Ana Botín también ha echado del Consejo a la también exministra Isabel Tocino (Lady Bacon, como la calificaba Carlos Solchaga que como buen navarro tiene muy malaleche), otra histórica de la entidad, que acaba como presidenta del Banco Pastor. Sí, el Pastor tenía su ficha bancaria, y como vicepresidenta del Santander España. Y esto segundo resulta mucho más interesante, porque Santander España no existe y ya cuenta con muchos cargos. Entra el hombre de Paribas, otro ilustrado de la banca de inversión y ligeramente afrancesado. Don Ramiro, entra en el Consejo y en la Comisión Ejecutiva. Y esto es bello e instructivo, porque todos pensábamos que don Ramiro se había retirado a su aposentos y, porque, además, apenas hace unos meses que formaba parte de un engranaje competidor: el de la BNP. Pero Ana Botín no es partidaria de tener muchas personas de confianza: cree en la relación personal. En resumen, además de un aparato de confianza, como equipo ejecutivo, la presidenta del Santander va creando lentamente su equipo, un equipo que nada tiene que ver con el de su padre. Ahora mismo, sus dos hombres de máxima confianza son Rami Aboukhair y Víctor Matarranz, responsable el primero de la banca comercial y el otro de banca personal. Dicho de otra forma: de la banca de ahora mismo y de la banca del mañana. La del mañana consiste en que el ahorro no se remunera y el negocio se islamiza: no se buscan intereses, sólo comisiones. Y el ahorrador, al fondo de inversión. Eulogio López eulogio@hispanidad.com