Amazon, el depredador de marcas y del pequeño comercio, ha aumentado sus ingresos hasta marzo, que han ascendido un 26%, a 68.972 millones de euros, por la mayor demanda debido al coronavirus (y el cierre de comercios que ha provocado). Sin embargo, no ha logrado que esto se traduzca en una mayor rentabilidad: el beneficio neto ha sido de 2.317 millones (-28%).

El gigante estadounidense del comercio electrónico ha explicado que esto se debe a los mayores costes operativos en que ha incurrido, sobre todo, en lo relacionado con ventas, almacenamiento, tecnología y marketing. Y esto podría afectarle en el segundo trimestre, donde prevé unas pérdidas de unos 1.371 millones, pues “en circunstancias normales, esperaríamos obtener unos 4.000 millones de dólares (3.656 millones de euros) o más en ganancias operativas durante el segundo trimestre. Pero estas no son circunstancias normales. En cambio, esperamos gastar la totalidad, y quizás algo más, en gastos relacionados con el Covid-19 para llevar productos a los clientes y mantener a los empleados seguros”, ha señalado el CEO y fundador, Jeff Bezos.

Bezos prevé gastar la totalidad de las ganancias operativas del segundo trimestre, o algo más, en gastos relacionados con el Covid-19

Y es que a Amazon le cuesta que el aumento de facturación repercuta en sus beneficios: en 2019, ingresó 72.413 millones de euros (+21%) y ganó 9.597 millones (+14,8% gracias al crecimiento de clientes de su plataforma de streaming -Amazon Prime Video-). La dificultad de tener rentabilidad se vio, sobre todo, en Europa, a cuyas cuentas ha accedido Expansión: ingresos de 32.185 millones (+15%), pero pérdidas de 703,8 millones y que en los últimos tres años ascienden a 1.839 millones. En el viejo continente, destaca el aumento del negocio de la nube (Amazon Web Services), que ha disparado su facturación un 149%, a 4,786 millones.

El gigante de comercio electrónico continúa precarizando el empleo: ha contratado a 100.000 personas (de los que 1.500 corresponden a España, la mayoría a través de subcontratas, y entre los que estarían desempleados como repartidores) ante la avalancha de pedidos, y a estos se suman otros 75.000 en EEUU. A pesar de que presuma de que ha subido el salario mínimo de todos sus empleados de 15 a 17 dólares (de 13,71 a 15,54 euros) por hora, esto sólo le costó unos 457 millones de euros… muy poco si se compara con sus elevados ingresos.

Marseglia presume de cambiar 150 procedimientos de sus almacenes, lastrando el aumento de la demanda... pero olvida citar la denuncia de CCOO y que Inspección de Trabajo le exigió que mejorara la seguridad de los empleados 

Mariangela Marseglia, vicepresidenta y directora general de Amazon para España e Italia, ha señalado, en una entrevista en El País, que han cambiado 150 procedimientos de sus almacenes “para mantener la seguridad” y que si no se hubiesen tomado, “podríamos haber atendido a un mayor aumento de la demanda”. Eso sí, no menciona que el gigante del comercio electrónico fue denunciado por CCOO y que Inspección de Trabajo visitó el centro logístico de San Fernando de Henares (Madrid) y le exigió que mejorara la seguridad de los empleados. Marseglia prefiere presumir de que han bloqueado a 6.000 vendedores por aumentos injustificados de precios... algo que llama la atención porque cobra una comisión de los productos que terceros venden a su plataforma... ¿podría ser una pequeña buena acción ante esta crisis del coronavirus que vivimos? Quizás.