El teniente de la Guardia Civil agredido en octubre de 2016 en un bar de la localidad navarra de Alsasua ha declarado en el juicio en la Audiencia Nacional que recibió empujones, golpes y patadas por todos los lados, especialmente en la cabeza, piernas y espalda. Según su testimonio, un "calvario terrible" que le hizo temer por su vida, recoge RTVE.

Nadie intentó ayudarle mientras era agredido en el bar Koxka ni persona alguna intentó calmar la situación, ha descrito el teniente, quien se ha mostrado convencido de que todo el mundo en el bar sabía que era guardia civil y que también conocían a su novia.

Los guardias civiles (el teniente y un sargento) y sus respectivas parejas declaran este martes en la segunda sesión del juicio contra ocho jóvenes de la localidad navarra de Alsasua por esta agresión, a los que se investiga por presuntos delitos de terrorismo.

El teniente, que sufrió una fractura en el tobillo, ha dicho que recuerda con nitidez lo sucedido en el interior del bar, al que llegaron hacia las 2:30 de la madrugada, y en la salida, pero no después, cuando cayó al suelo porque "no le respondía la pierna" y siguió recibiendo numerosos golpes, "sobre todo en la cabeza".

Afirma que desde que entraron en el bar 'Koxka' se sintieron observados, como solía pasarle en otros lugares. Pero en un momento dado, al salir del servicio, uno de los acusados, Ohian Arnanz, le paró y le preguntó si era "madero", tras lo que otro, Jon Ander Cob, también le cortó el paso. El guardia civil se zafó de ambos y, de vuelta a la barra, afirma que alguien les lanzó "un txupito de plástico vacío".

Más tarde, uno de los acusados, Jokin Unamuno, entra acompañado de varias personas en el bar, y se encara con el sargento y con el teniente. Este no ha precisado qué le dijo y si hubo amenazas, pero sí ha narrado que el joven se encaró con él "de una forma bastante agresiva" y ha negado que dijera que "se dedicaban a crujir a multas a los jóvenes del pueblo", como Unamuno declaró el lunes.

Seguidamente, y sin mediar provocación, son rodeados de otras personas y empieza a recibir golpes "en la cabeza, la espalda y las piernas”.

Cuando los cuatro intentaron salir del bar, ha explicado el teniente, les formaron un pasillo entre "20 ó 25 personas" y continuaron recibiendo empujones y "golpes de todo tipo".

Nadie se acercó a mí que me quisiera echar un cable o que me ayudara a salir de allí

En la calle se encontraron con otra veintena de personas esperándoles, entre ellas el acusado Adur Ramírez (para quien se solicita la pena más alta, 62 años de cárcel, por delitos de lesiones y amenazas terroristas) y siguió la agresión con continuados golpes "en la cabeza, la espalda y las piernas", hasta que cayó al suelo. El agente está convencido de que sus agresores tuvieron que avisarse unos a otros de que él estaba allí junto al sargento y sus respectivas novias.

"Nadie se acercó a mí que me quisiera echar un cable o que me ayudara a salir de allí", a excepción de su novia, que trató de protegerle con su cuerpo, según ha explicado el teniente, que ha declarado en respuesta a preguntas del fiscal que en esos momentos temió por su vida. También ha asegurado que en ningún momento pudo defenderse ni que golpeara a nadie, y que solo intentó protegerse de los golpes en la cabeza. "Mi interés no era enfrentarme a ellos sino salir de allí", ha declarado.

"Para nosotros fue una eternidad sufrir aquello, pero duraría minutos. Fue un calvario terrible", ha explicado ante el tribunal este agente valenciano que tenía 25 años en el momento de los hechos y llevaba un año destinado en Alsasua. Ha detallado que después estuvo ocho meses de baja por su lesión en el tobillo, del que tuvo que operarse, y que le costó volver a andar.

El teniente ha identificado sin dudar a los acusados Jokin Unamuno, Adur Ramírez, Ohian Arnanz -que se encuentran en prisión preventiva- y Jon Ander Cob.

Ha dicho que conocía a los acusados Unamuno y Ramírez como participantes en actos del movimiento Alde Hemendik ('Fuera de aquí'), contra la presencia de las fuerzas de seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas en Navarra y el País Vasco y a Unamuno como organizador de la fiesta Ospa Eguna (‘Día de la Huída’).

Por su parte, Amnistía Internacional ha pedido retirar los cargos de terrorismo a los encausados por la paliza a los guardias civiles. Habría que saber que entienden por terrorismo...

Por otra parte, Navarra Confidencial publica una videoguía de Alde Hemendik en 2012 escenifica perfectamente la agresión del bar de Alsasua en 2016.