• Vuelve a caer en bolsa tras la escalada del 10% y el cobro de 68 millones por su acuerdo con la británica.
  • Dice que los ingresos por la franquicia de su broncodilatador  es "un hito en ventas", pero escapa del profit warnig.
  • El valor cotizaba en mayo a 16,8 euros y ahora pelea para superar los 7,9 euros.
La farmacéutica catalana Almirall, que no levanta por sus pérdidas, saca pecho, sin embargo, por su acuerdo de 2014 con la británica AstraZeneca: cobrará 67,8 millones de euros por la franquicia de bromuro de aclidinio (broncodilatador que alivia los síntomas de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, EPOC). Es el motivo por el que ayer jueves subió un 10% en bolsa, aunque este viernes vuelve a caer (entorno al 3%). Es, al fin y al cabo, un espejismo en la evolución de la catalana, que en mayo cotizaba a 16,8 euros y ahora pelea para superar los 7,9 euros. La empresa de los hermanos Gallardo (en la imagen, Jorge, presidente) se topa sí con una buena noticia gracias a AstraZeneca ("un hito por consecución de ventas", dice en la nota a la CNMV), que sigue a varias malas, no sólo las pérdidas de 99,7 millones hasta septiembre, desde la suspensión de los ensayos clínicos de dos fármacos en EEUU, el último profit warning, en julio, y la consiguiente penalización en bolsa. En la nota a la CNMV, valora positivamente la alianza con AstraZeneca por "los recientes ensayos clínicos positivos de fase III para la combinación aclidinio y formoterol en los EEUU". Rafael Esparza